Los simpatizantes consideran que los líderes fueron encarcelados como una demostración de fuerza de un movimiento que fracasó.
En Barcelona, cerca de 750 mil personas exigieron este sábado la libertad de los diez líderes independentistas catalanes que se encuentran en prisión preventiva como sospechosos de sedición y rebelión, ocho de ellos miembros del gobierno catalán.
En la manifestación se emitió un mensaje del presidente catalán destituido Carles Puigdemont, actualmente en Bruselas, animando a la población a alzar la voz. “Nos hemos de volver a hacer escuchar, que todo el mundo escuche”, pidió.
Encabezada por familiares de los líderes presos, en la manifestación local se dio lectura a mensajes escritos por los políticos encarcelados que, de acuerdo con los simpatizantes, fueron aprehendidos como una demostración de fuerza de un movimiento que se reorganiza tras el fracaso de la proclamación de secesión.
La realización de la protesta tuvo que ser adelantada del 12 al 11 de noviembre, para que tuviera ecos de las grandes manifestaciones del 11 de septiembre, la fiesta nacional de Cataluña.
El acto fue convocado por las organizaciones Omnium y Asamblea Nacional Catalana, cuyos líderes, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, están también en la cárcel.
A la marcha también asisitió la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien defiende un referéndum para la región, pero se mostró muy crítica con la estrategia unilateral de los independentistas.
Quien no acudió a la manifestación por consejo de su abogado fue la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, una independentista de peso que fue puesta en libertad bajo fianza tras comprometerse a acatar la ley si se mantiene en política, tras años abogando por desafiarla.
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