Este fin de semana un grupo de labriegos atrapó a un gigantesco lagarto de más de tres metros de largo en un jagüey del ejido Anexo del municipio de Balancán, en la misma zona donde en el mes de mayo de este año, fue devorado un pescador.
El reptil fue capturado en un pantano, debajo de un puente en las afueras de la cabecera municipal, por una cuadrilla que lo rastreaba desde mayo cuando atrapó a uno de sus compañeros, le devoró parte de su cuerpo y lo ahogó en el fondo del lago.
Para exhibir a este animal de la especie Moreletti en toda su dimensión y tomarle fotografías, los lugareños tuvieron que ayudarse de un tractor y levantarlo, lo inmobilizaron y le cubrieron la boca con una cinta para que no atacara.
Aún con enojo los hombres recordaban a su compañero trabajador del Sistema de Agua Potable de la localidad que murió devorado por el cocodrilo, aunque varios de ellos querían sacrificar al cocodrilo, terminaron por no hacerlo.
Al parecer el gran animal fue liberado en una laguna cercana al río Usumacinta.
