Las mujeres lo encontraron en un bar de Naucalpan y lo invitaron “a seguir la fiesta”
En calles de la alcaldía Miguel Hidalgo, un teniente de la Policía Militar despertó con dolor de cabeza dentro de su auto. No tenía sus llaves, ni su reloj, ni su cartera, tampoco estaba su arma de cargo.
Unas horas antes, unas mujeres lo encontraron en un bar de Naucalpan, en el Estado de México, y lo invitaron “a seguir la fiesta”, para después asaltarlo y abandonarlo.
De acuerdo con el informe de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), el teniente Elías Alejandro estuvo dentro del bar durante un par de horas hasta que dos mujeres se le acercaron y comenzaron a beber con él.
Eran dos jóvenes que no pasaban de los 30 años de edad. Una de ellas delgada, decía llamarse Lilí. La otra robusta, que aseguraba ser Mitzi.
Alrededor de la una de la mañana, Lilí comenzó a abrazarlo. Entonces le propuso “seguir la fiesta”. El mando militar pagó la cuenta y se fueron los tres de ahí.
A decir del teniente, no sabe con exactitud en qué momento lo drogaron. Sin embargo, recuerda que en el camino comenzó a sentirse cansado hasta que se quedó dormido.
Fue hasta la tarde del día siguiente que despertó a media calle, le dolía la cabeza y no recordaba dónde se encontraba.
El teniente estaba dentro de su auto que quedó mal estacionado, pero ya sin todas sus cosas.
Levantó la denuncia pues las mujeres se llevaron su pistola tipo escuadra marca Walther matrícula 7578B, la cual asegura, tenía escondida bajo su asiento.
Autoridades ya investigan lo sucedido pues se sabe es una banda que utiliza mujeres para drogar y dormir a sus víctimas, con el objetivo de despojarlos de sus pertenencias.
Con información de Carlos Jiménez
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