Aseguró que este tipo de acciones logran que “demasiados canadienses sientan miedo y ansiedad al ver a los agentes de la ley
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se arrodilló en como muestra de solidaridad ante las víctimas del racismo y la brutalidad policial en una marcha frente al Parlamento de su país.
En una de las pocas apariciones pública de Trudeau desde el comienzo de la pandemia, el mandatario mostró su descontento por los hechos y aseguró que este tipo de acciones logran que “demasiados canadienses sientan miedo y ansiedad al ver a los agentes de la ley”.
Durante la marcha que se llevó a cabo ayer, afirmó que “en las últimas semanas” se ha visto “a un gran número de canadienses despertar repentinamente al hecho que la discriminación”; una realidad vivida por muchos de sus conciudadanos […] que debe terminar”.
El mandatario acompañó a los inconformes en un recorrido pacífico hasta la embajada de Estados Unidos y cantó, con la boca cubierta por una máscara, junto a la multitud que ocupaba varias cuadras.
Posteriormente, el primer ministro se arrodilló en el momento en el que los protestantes permanecieron en silencio durante ocho minutos y 46 segundos, el tiempo que el oficial de policía de Minneapolis se arrodilló sobre el cuello de George Floyd.
Cabe resaltar que se presentaron protestas similares en ciudades de todo Canadá. En Toronto, por ejemplo, el jefe de policía Mark Saunders y varios oficiales se unieron a manifestantes que marchaban por el centro de la ciudad y también se arrodillaron.
El acto de Trudeau se suma al momento de silencio del martes pasado. Ante el cuestionamiento de la prensa sobre la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de movilizar a los militares para sofocar las protestas, el mandatario pareció haberse quedado sin palabra.
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CAB
