Si alguien no sigue el orden y se agandalla, no solo retrasará su paso, sino que afectará el progreso de quienes vienen detrás de el
Hace unos días leí un artículo de Zeynep Tufekci, profesora de la Universidad de Carolina del Norte para The Atlantic, en donde hacía una analogía que quiero compartir con ustedes pues creo que de esta forma se podrá entender mejor cómo debemos hacer las cosas para salir adelante no sólo de la pandemia, sino también como País.
Imaginemos que estamos en una isla que tiene una montaña muy alta. Y de pronto nos enteramos que viene un tsunami hacia nosotros. Si nos quedamos en la parte baja todos moriremos, pero si subimos a la montaña estaremos a salvo. Pues la montaña es lo suficientemente grande para que quepa toda la población. Pero, aquí esta el detalle.
Todos debemos subir ordenados, ayudando a quienes les cueste trabajo llegar. Sin querer pasar por delante del resto. O deteniendo la labor de los demás. Si todos cumplimos con el trabajo en equipo, la labor será lenta pero contante.
Sin embargo si alguien no sigue el orden, quiere ir molestando al grupo o busca hacer las cosas a su modo, aun en contra de toda lógica; no sólo retrasará su llegada a la cima, sino que afectará a las miles de personas que vienen detrás de el, lo que resultaría en la muerte para ellos y también para el que decidió hacer las cosas mal.
¿Cómo saldremos adelante?
— imagenzea (@imagenZea) January 12, 2021
El conocimiento, la ciencia, la unión y la comunidad, son las respuestas para alcanzar el progreso. #AbreLosOjos @FranciscoZea @ElOpinadorTV por @ImagenTVMEx pic.twitter.com/v28lOPvnyo
Seguramente ya se dieron cuenta que para la política el 2021 no es año de pandemia, sino año electoral. El partido en el poder presume comerciales en donde se atribuye la vacuna CoVid como herramienta de campaña. La oposición sigue siendo barata e inexistente, con un nulo aprendizaje de por qué se dejó de votar por ellos.
Los nuevos partidos, jugarán al son que les toquen pues fueron creados a modo. Y Palacio Nacional, en proselitismo; amenazando a las autonomías que dan balance a cualquier nación y apostando por el poder, pues sabe que por más muertos que haya, luego del caos, siempre seguirá habiendo mexicanos que lo mantendrán en esa zona de confort.
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Y entonces, qué nos queda. Hasta el momento parece que la única solución es la imposible, trabajar en sociedad. En donde si no jalamos parejo y en beneficio mutuo esto jamás funcionará, lejos del agandalle, bandos y politiquerías. Con la esperanza de que hasta el menos letrado sepa lo que está bien y lo que está mal.
Tenemos un año aprendiendo de la pandemia. Con pistas claras en el camino. En donde el conocimiento, la unión, la ciencia y la comunidad son las respuestas simples para alcanzar el progreso en sociedad.
Pues este bicho no entiende de política, y sólo será vencido si trabajamos como especie. Todo depende de si queremos que México llegue a la cima de la montaña o se quede como siempre en la playa porque aprovecharon que todos los camastros se empezaron a desocupar.
IPR
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