Por drogar y violar a su esposa durante una década, Dominique Pelicot recibió la pena máxima. Los 51 hombres involucrados en el caso también fueron sentenciados
En un caso que ha impresionado a Francia y al mundo, Dominique Pelicot fue condenado a la pena máxima de 20 años de prisión por drogar y violar a su esposa Gisèle Pelicot junto a decenas de hombres durante cerca de una década.
Este juicio, celebrado en Aviñón, marcó un precedente histórico por la magnitud de los hechos y el número de acusados involucrados.
Además de Pelicot, otros 51 hombres inculpados en el caso recibieron condenas de entre 3 y 15 años de prisión, aunque las penas fueron inferiores a lo solicitado por la fiscalía. Esto generó malestar, especialmente entre los tres hijos de la víctima.
“Respeto la sentencia”, declaró Gisèle, quien ha pasado a ser un ícono feminista tras decidir enfrentar el juicio en público, rechazando el derecho a celebrarlo a puerta cerrada.
“Quiero que las víctimas no reconocidas sepan que compartimos el mismo combate”, añadió.
El juicio tras abuso sexual contra Gisèle Pelicot
El juicio, que inició el pasado 2 de septiembre, se distinguió no solo por la duración y cantidad de acusados, sino también por la atrocidad de los hechos. Dominique Pelicot, de 72 años, admitió haber drogado a su esposa entre 2011 y 2020 con ansiolíticos para someterla sexualmente junto con hombres que contactó a través de Internet.
La sentencia fue anunciada por Roger Arata, presidente del tribunal, mientras Pelicot escuchaba impasible.
La abogada defensora de Pelicot, Béatrice Zavarro, indicó que no descartan apelar la decisión, señalando los traumas de infancia de su cliente, incluida una violación sufrida a los 9 años. Sin embargo, este argumento no fue suficiente para mitigar la condena.
De los 51 acusados, 32 comparecieron en libertad y seis evitarán ingresar directamente a prisión, pese a ser declarados culpables.
Algunos de los acusados argumentaron haber sido “manipulados” por Pelicot, a quien calificaron de “monstruo” y “ogro”. No obstante, el tribunal desestimó estos argumentos.
Reacciones al veredicto
El caso ha desatado un fuerte debate en Francia y a nivel internacional. Fuera del tribunal, miembros de colectivos feministas expresaron su descontento por la levedad de algunas penas.
“¡Vergüenza para la justicia!” se escuchó entre manifestantes, mientras otros agradecieron la valentía de Gisèle, quien se convirtió en un símbolo contra las agresiones sexuales y la sumisión química.
El impacto de este juicio trascendió fronteras. “Gisèle Pélicot ha sentado en el banquillo al machismo y a la cultura de la violación. Su decisión ha hecho que la vergüenza cambie de bando”, escribió la ministra española de Igualdad, Ana Redondo, en redes sociales.
La fiscalía destacó que este caso envía un mensaje importante a las víctimas de violencia sexual.
“Esperamos que sirva para un cambio en la sociedad”, expresó Laure Chabaud, representante del ministerio público.
Organizaciones feministas también esperan que este juicio sensibilice sobre la magnitud de las agresiones sexuales en Francia, donde más de 200 mil mujeres denuncian este tipo de delitos cada año.
