Carlos Slim, presidente honorario de América Móvil, ha decidido no seguir adelante con una colaboración con SpaceX, la empresa de Elon Musk. Esta decisión marca un cambio significativo en las relaciones entre ambos empresarios, quienes previamente habían explorado una posible alianza.
En octubre de 2024, América Móvil y SpaceX discutieron una posible colaboración para ofrecer el servicio de internet satelital Starlink en América Latina. Sin embargo, Slim optó por invertir 22 mil millones de dólares en la expansión de la infraestructura propia de América Móvil, fortaleciendo sus torres, plantas y fibra óptica, en lugar de depender de la tecnología de SpaceX.
Esta decisión tuvo repercusiones financieras para Musk. Tras el anuncio de Slim, las acciones de Tesla cayeron un 28%, resultando en una pérdida aproximada de 7,500 millones de dólares en la fortuna personal de Musk.
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El conflicto entre Slim y Musk se intensificó después de que Musk hiciera comentarios polémicos que afectaron la relación entre ambos. Esto llevó a Slim a cortar lazos con SpaceX y reconsiderar cualquier colaboración futura.
En resumen, la ruptura entre Carlos Slim y Elon Musk destaca los desafíos y riesgos inherentes en las negociaciones entre gigantes empresariales, así como las complejidades de las relaciones comerciales en el sector tecnológico y de telecomunicaciones.
