
Donald Trump anunció su intención de reabrir la prisión de Alcatraz para albergar a los criminales más violentos de EE.UU., reactivando un ícono histórico
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este domingo al revelar su intención de devolverle a Alcatraz su función original como prisión de alta seguridad. La emblemática cárcel, ubicada en la bahía de San Francisco y conocida mundialmente por haber alojado a delincuentes notorios como Al Capone, cerró sus puertas como institución penitenciaria en 1963 y desde entonces se ha convertido en un importante atractivo turístico.
A través de su plataforma Truth Social, Trump declaró: “¡RECONSTRUYAN Y ABRAN ALCATRAZ! Cuando éramos una Nación más seria, en tiempos pasados, no dudábamos en encerrar a los criminales más peligrosos y mantenerlos lejos de cualquiera a quien pudieran hacer daño”. Esta publicación vino acompañada de su promesa de instruir a la Oficina Federal de Prisiones para colaborar con el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional en la ejecución del proyecto.
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Trump calificó su propuesta como una acción simbólica en favor del fortalecimiento de la ley y el orden. Hablando con reporteros en su retorno a la Casa Blanca tras un viaje a Florida, comentó que la idea le había surgido recientemente y que decidió llevarla adelante sin más dilación. “Es un símbolo de la ley y el orden”, puntualizó.
Una cárcel emblemática por su seguridad extrema
Alcatraz, también llamada “La Roca”, ha sido reconocida históricamente por sus condiciones de máxima seguridad, reforzadas por su ubicación insular y las traicioneras aguas gélidas que rodean la isla. Durante sus casi tres décadas de operación como prisión federal, ninguna fuga fue registrada oficialmente como exitosa, aunque cinco presos figuran en los archivos como desaparecidos y se presume que se ahogaron durante un intento de escape.
De acuerdo con información de la Oficina Federal de Prisiones, Alcatraz fue clausurada debido a los elevados costos operativos que implicaba mantener en funcionamiento una prisión situada en una isla. Su operación era aproximadamente tres veces más cara que la de cualquier otra penitenciaría federal.
Respuestas políticas y escepticismo
La propuesta de Trump no tardó en generar reacciones. Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes y actual legisladora demócrata por California, minimizó la seriedad del anuncio. “Alcatraz cerró como penitenciaría federal hace más de sesenta años. Ahora es un parque nacional muy popular y una importante atracción turística. La propuesta del presidente no es seria”, expresó Pelosi en una publicación en la red social X.
Actualmente, Alcatraz recibe millones de visitantes al año y forma parte del sistema de Parques Nacionales de EE.UU., lo que convertiría su transformación nuevamente en prisión en un proceso logísticamente complejo y políticamente controvertido.
El anuncio ha reavivado el debate sobre las políticas penitenciarias en Estados Unidos y sobre el costo-beneficio de reactivar instalaciones que pertenecen ya al patrimonio histórico y cultural del país. Aunque por ahora no existen detalles concretos sobre fechas o presupuestos asignados para esta iniciativa, la sola mención de reabrir Alcatraz ha generado titulares y divisiones tanto en la arena política como en la opinión pública.