
El vocalista de Los Tigres del Norte confirmó que dejarán de llamar “corridos” a sus temas, en respuesta a las nuevas restricciones impuestas en México
En medio de un panorama cada vez más restrictivo para los géneros musicales que abordan temas ligados al crimen organizado, Los Tigres del Norte, una de las agrupaciones más emblemáticas de la música regional mexicana, han decidido dar un giro estratégico a su carrera.
Jorge Hernández, vocalista y líder de la agrupación, adelantó que probablemente dejarán de interpretar corridos tal como se les conoce, optando por referirse a ellos como “historias”. Este cambio, explicó el cantante, no alterará necesariamente el contenido de las canciones, pero sí la manera en que serán presentadas al público.
Cambios en el escenario musical por las prohibiciones estatales
Durante los últimos meses, diversos gobiernos estatales de México han tomado medidas para restringir la interpretación de corridos en conciertos, argumentando que estas canciones representan una “apología del delito”. La decisión ha generado controversia, dado que este género forma parte esencial del patrimonio cultural del país.
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Los Tigres del Norte, conscientes del impacto que estas medidas podrían tener sobre su trayectoria y su legado, decidieron anticiparse a las posibles restricciones. En entrevista con el diario El País, Jorge Hernández lo explicó con claridad:
“Vamos a tener que dejar de decir ‘corridos’ y empezar a llamarlos ‘historias’”, comentó el líder del grupo.
Entre la crónica social y la censura
La banda, famosa por su crónica musical de la vida social mexicana, ha construido una carrera de décadas con éxitos que abordan desde temas románticos hasta realidades complejas como la migración, la pobreza y el crimen. Canciones como El jefe de jefes forman parte del repertorio icónico de Los Tigres del Norte, retratando, desde una óptica íntima, la figura del capo del narcotráfico.
Sin embargo, la ola reciente de censura ha puesto en jaque no solo a los músicos, sino también a los promotores, organizadores de eventos y al propio público. La banda ha optado por la adaptación antes que el enfrentamiento, señalando que, aunque cambien las etiquetas, su compromiso con contar historias auténticas permanece intacto.
Crítica a la doble moral en el entretenimiento
Más allá de la música, Jorge Hernández lanzó una crítica directa a la desigualdad de trato que reciben los diferentes medios de expresión cultural.
“Las películas muestran escenas mucho más reales y violentas. ¿Cómo una canción puede ser más fuerte que una película?”, cuestionó Hernández durante la entrevista.
El vocalista expresó su desconcierto frente a un escenario en el que las narcoseries y las películas sobre crimen organizado no solo no son prohibidas, sino que son ampliamente distribuidas y aplaudidas, incluso con actores famosos y presupuestos multimillonarios. Según Hernández, muchas de estas producciones incluso tienden a romantizar a los personajes criminales, otorgándoles matices emocionales que terminan por aumentar su atractivo ante la audiencia.
Un momento decisivo para el regional mexicano
El anuncio de Los Tigres del Norte no solo representa un ajuste pragmático en su carrera, sino que refleja una encrucijada cultural más amplia: ¿hasta dónde puede o debe llegar el arte en la representación de la violencia social? La censura a los corridos ha abierto un debate sobre los límites de la libertad de expresión y la responsabilidad artística en un país donde el crimen organizado forma parte de la cotidianidad.
Mientras la discusión pública sigue su curso, Los Tigres del Norte no abandonarán el escenario ni dejarán de retratar las historias del pueblo mexicano, aunque, como indica Hernández, “vamos a tener que dejar de decir ‘corridos’ y empezar a llamarlos ‘historias’”. La agrupación continúa trabajando en nuevas producciones, reafirmando su lugar como cronistas musicales de la vida mexicana, aunque ahora bajo términos adaptados a los nuevos tiempos.