Jim Carrey enfrenta una fuerte pérdida financiera al bajar drásticamente el precio de su mansión en Los Ángeles, sin lograr concretar su venta
La venta de mansiones de lujo ya no es garantía de éxito en el mercado inmobiliario, ni siquiera para las estrellas de Hollywood. Un caso que lo ejemplifica claramente es el del actor y comediante Jim Carrey, quien atraviesa un momento complicado al intentar desprenderse de su imponente residencia en Los Ángeles, la cual lleva más de un año sin encontrar comprador, pese a recortar significativamente su precio.
La propiedad de Carrey, ubicada en Brentwood, uno de los vecindarios más exclusivos de la ciudad, fue puesta en venta a principios de 2023 por un precio cercano a los 29 millones de dólares, lo que equivalía a más de 566 millones de pesos mexicanos al tipo de cambio de entonces. Sin embargo, el paso de los meses y la falta de interesados llevaron al actor a reducir sus aspiraciones. Actualmente, la mansión se ofrece en 18.5 millones de dólares, es decir, unos 352 millones de pesos, lo que supone una pérdida superior a los 10 millones de dólares respecto al precio original.
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La noticia ha llamado la atención no solo por la magnitud de la pérdida económica, sino también porque la propiedad tiene un valor sentimental para Carrey. Según se ha informado, el actor residió allí durante más de tres décadas, convirtiendo la casa en su refugio personal y familiar.
“Esta no es la primera vez que una celebridad se ve forzada a vender por debajo del valor inicial, pero el caso de Jim Carrey ha llamado especialmente la atención por la magnitud de la pérdida y por el valor emocional que el actor había declarado sentir por esta propiedad, en la cual vivió por más de 30 años”, señalaron medios internacionales.
La mansión, edificada en un terreno de más de 8,000 metros cuadrados, cuenta con cinco habitaciones, nueve baños, gimnasio, cancha de tenis, piscina climatizada, cine privado, chimenea y una cocina diseñada para chefs profesionales. Todo esto rodeado de cuidados jardines y áreas verdes, que le otorgan un aire de oasis en medio del bullicio urbano de Los Ángeles.
No obstante, varios factores han conspirado contra la venta exitosa de esta joya arquitectónica. Entre ellos destacan el alza en las tasas de interés, que ha encarecido los créditos hipotecarios, y la elevada carga fiscal sobre propiedades en California, lo que desalienta tanto a compradores locales como internacionales. A esto se añade la preocupación creciente por los incendios forestales en las zonas residenciales del oeste angelino, incluidos Brentwood y sus alrededores, lo cual ha impactado negativamente en las decisiones de inversión en bienes raíces.
El caso de Jim Carrey evidencia que ni la fama ni el prestigio protegen a las celebridades de las dificultades del mercado. A pesar de haber reducido el precio en más de 35%, la propiedad permanece en el mercado, y mientras más se prolongue la situación, mayores podrían ser las pérdidas económicas para el actor.
Este episodio se suma a una tendencia que afecta a numerosas figuras del espectáculo, quienes, al igual que el público en general, enfrentan los desafíos de un entorno inmobiliario volátil, marcado por cambios económicos globales, restricciones financieras y amenazas medioambientales.
Por el momento, Carrey sigue buscando comprador y se desconoce si continuará ajustando el precio para lograr cerrar la operación. Lo cierto es que este episodio pone en evidencia que, incluso para las estrellas más brillantes de Hollywood, vender una mansión de lujo puede convertirse en una tarea tan difícil como cualquier otra inversión de alto riesgo.
