
Dos menores de 7 y 9 años fueron desarmados por la policía en Nuevo México tras negarse a soltar una pistola cargada durante una tensa confrontación
Una escena inusual y alarmante se vivió en Albuquerque, Nuevo México, donde dos menores de apenas 7 y 9 años fueron protagonistas de una situación de riesgo al enfrentarse armados con una pistola a elementos del Departamento del Sheriff del Condado de Bernalillo (BCSO). El hecho, registrado mediante cámaras corporales y un dron, mostró a los niños atrincherados en su casa mientras portaban el arma de fuego cargada.
Los menores, aún en pijama, se ocultaron detrás de una unidad de aire acondicionado al percatarse de la presencia de la policía, y se negaron a soltar el arma pese a las instrucciones de los oficiales. En el video captado por el dron, uno de los niños parece intentar disparar el arma, pero esta falla debido a un mal funcionamiento mecánico, según las autoridades.
Para evitar una tragedia, los oficiales utilizaron tácticas de distracción con munición no letal. Esto permitió al alguacil John Allen, quien no portaba armas en ese momento, acercarse a los niños y lograr que soltaran la pistola sin que nadie resultara herido.
El Sheriff destacó que la tecnología de drones fue clave para resolver el conflicto de forma segura, ya que ofreció una visión aérea en tiempo real que permitió planear una estrategia eficaz y sin violencia letal. Aunque la gravedad de la situación fue evidente, no se fincaron cargos contra los niños debido a su edad.
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En cambio, el enfoque de las autoridades ha sido brindar apoyo psicológico, atención médica y acompañamiento conductual tanto a los menores como a su familia. Este caso puso sobre la mesa temas de fondo como el acceso de los menores a armas de fuego, el entorno familiar y la respuesta institucional ante eventos de violencia infantil.
El fiscal del condado, Sam Bregman, aprovechó el incidente para subrayar la urgencia de reformar el Código de Niños de Nuevo México, que data de hace más de 30 años y resulta insuficiente ante casos graves de delincuencia juvenil. “No está diseñado para responder a situaciones como esta”, afirmó el funcionario.
La discusión pública se amplificó tras conocerse que en 2023 el estado ya había dado un paso legislativo con la aprobación de una ley que penaliza el almacenamiento inseguro de armas cuando estas quedan al alcance de menores. La normativa fue impulsada por la gobernadora Michelle Lujan Grisham para prevenir tragedias por accidentes o delitos con armas.
Este episodio, aunque sin víctimas, ha reavivado la preocupación sobre el incremento de la violencia juvenil en la región. Organismos estatales y comunitarios están redoblando esfuerzos para implementar programas de prevención y atención a jóvenes en situación de riesgo, en busca de frenar esta peligrosa tendencia.