
Durante los meses más calurosos del año, mantener tu casa fresca sin aire acondicionado es posible con métodos prácticos, económicos y fáciles de aplicar
Cuando las altas temperaturas se intensifican en mayo, junio y los días más cálidos del verano, el interior del hogar puede volverse sofocante, especialmente si no se cuenta con aire acondicionado. Pero mantener una temperatura agradable en casa no requiere necesariamente de grandes inversiones. Existen estrategias simples y económicas que permiten refrescar los espacios sin recurrir a sistemas de enfriamiento costosos.
El calor no solo dificulta el descanso o la concentración, también puede alterar el estado de ánimo y la productividad. Afortunadamente, hay formas accesibles de controlar la temperatura y mejorar el ambiente. A continuación, te compartimos siete consejos que ayudan a combatir el calor de manera eficaz.
1. Controla la ventilación según la hora del día
Cerrar ventanas y cortinas durante las horas más intensas de sol puede evitar que el calor penetre en las habitaciones. Las telas gruesas, como las blackout, bloquean eficazmente los rayos solares. En cambio, por la noche, conviene abrir puertas y ventanas para permitir la circulación de aire más fresco.
2. Ventiladores bien ubicados pueden marcar la diferencia
Un ventilador colocado frente a una ventana abierta puede ayudar a expulsar el aire caliente. También puedes crear una corriente cruzada ubicando dos ventiladores en extremos opuestos de la habitación. Si colocas un recipiente con hielo frente al ventilador, el aire que circula será más fresco al contacto.
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3. Cambia tus focos tradicionales por iluminación LED
Los focos incandescentes generan calor adicional, lo cual incrementa la temperatura de la casa sin que lo notes. Sustituirlos por lámparas LED es una alternativa que reduce tanto el consumo energético como el calor ambiental.
4. Desconecta los aparatos eléctricos innecesarios
Varios dispositivos, como el televisor, el microondas o incluso los cargadores conectados, generan calor al estar en uso o enchufados. Al desconectarlos cuando no se utilizan, contribuyes a mantener la temperatura más baja.
5. Prefiere tejidos ligeros y colores claros en tus espacios
Optar por sábanas, cortinas y fundas fabricadas con lino o algodón y en tonos claros ayuda a disipar mejor el calor. Además, este tipo de textiles se perciben más frescos al tacto.
6. Limita la circulación de aire caliente cerrando estancias
No todas las habitaciones necesitan ventilación al mismo tiempo. Mantener cerradas las áreas que no se usan permite concentrar el aire fresco en las zonas de mayor actividad.
7. Usa plantas como aliadas naturales contra el calor
Además de mejorar la calidad del aire, ciertas plantas pueden ayudar a enfriar el ambiente. Colocarlas cerca de las ventanas o en terrazas permite generar sombra y regular la humedad.
Mantener un hogar fresco sin aire acondicionado no solo es viable, también puede convertirse en una práctica consciente para ahorrar energía y cuidar el medio ambiente. Estos métodos, si se combinan, ofrecen resultados notables sin afectar tu bolsillo.