
El mismo día de su liberación del servicio militar, Jungkook de BTS vivió un episodio alarmante: una mujer intentó ingresar a su domicilio en Seúl y fue detenida por la policía.
El 11 de junio, apenas horas después de terminar su servicio militar obligatorio, Jungkook retornó a su hogar en Seúl. En ese mismo día, una mujer, originaria de China y de unos 30 años, fue captada tratando de acceder al apartamento del idol introduciendo repetidamente el código de seguridad en la puerta. La alarma de uno de los vecinos alertó a las autoridades, que acudieron y la arrestaron inmediatamente.
La sospechosa manifestó a la policía que se trasladó intencionalmente a Corea del Sur para ver a Jungkook. Ahora, la investigación se centra en esclarecer si su acción fue un acto aislado o parte de un patrón de acoso más grave.
Este episodio recuerda el fenómeno conocido en Corea del Sur como “sasaeng fans”: seguidores extremadamente obsesivos que transgreden los límites personales de las celebridades. La policía está revisando si la detenida forma parte de esa categoría.
Jungkook ya había expresado su molestia por los acosos persistentes, víviese frente a su hogar o por paquetes no deseados. En ocasiones anteriores, había reprochado públicamente ese tipo de comportamientos, advirtiendo que tomaría medidas legales.
Con este caso se evidencia una problemática recurrente para celebridades internacionales: mantener la seguridad y privacidad frente a seguidores excesivamente invasivos. Los casos de “sasaeng” siguen siendo una amenaza constante en la vida de los ídolos del K‑pop.