
El can de edad avanzada se interpuso entre el animal salvaje y su dueña dormida, en un acto de valentía captado por cámaras de seguridad.
En Monrovia, California, un inesperado encuentro nocturno entre un oso y un perro de 17 años terminó con una escena de heroísmo que ha conmovido a la comunidad local. Doodle, un can de edad avanzada, se enfrentó a un oso que irrumpió en su casa mientras su dueña, Zoe Cadman, dormía profundamente.
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Los hechos ocurrieron durante la madrugada, cuando el oso forzó la entrada principal de la vivienda y comenzó a explorar la cocina. Cámaras de seguridad registraron el momento en que el animal, aparentemente en busca de alimento, fue sorprendido por el pequeño Doodle, quien no dudó en desafiarlo pese a la abrumadora diferencia de tamaño.
El enfrentamiento fue breve pero tenso. El oso alcanzó a arañar al perro, quien respondió con firmes ladridos antes de retirarse. Aunque el oso no mostró una actitud agresiva, sí permaneció varios minutos merodeando dentro de la casa antes de salir por su cuenta.
Zoe Cadman despertó al notar una extraña luz encendida y se encontró con el oso revisando su refrigerador. Afortunadamente, no se reportaron mayores daños, más allá de la puerta rota y un perro exhausto pero ileso.
Vecinos han confirmado que la presencia de osos es relativamente común en la zona debido a la cercanía con las montañas. Según reportes locales, el animal llevaba un collar, lo que sugiere que podría estar siendo rastreado por autoridades ambientales.
“Estamos acostumbrados a verlos. No es raro que bajen de las montañas, pero siempre han sido respetuosos”, comentó Austin Hart, residente del área, a NBC 4 Los Ángeles.
Este caso se suma a otras historias recientes de mascotas que han demostrado una notable valentía al proteger a sus humanos. Tal es el caso de Eva, una perra que en 2022 defendió a su dueña del ataque de un puma, sacrificando su vida en el intento. Más recientemente, Duke, un perro callejero, se hizo viral tras enfrentarse a una jauría de coyotes en Los Ángeles, hecho que finalmente lo llevó a ser adoptado.
El acto de Doodle es un recordatorio más de que el coraje no entiende de tamaño ni de edad. Con su actitud decidida, este perro anciano se ha ganado un lugar entre los héroes de cuatro patas que no dudan en arriesgarlo todo por amor.
Con información de Excelsior