
El máximo brillo de esta lluvia estelar será la madrugada del 27 de junio, con condiciones ideales para su observación.
El cielo nocturno mexicano se prepara para uno de los eventos astronómicos más esperados de junio: la lluvia de meteoros Bootidas, también conocida como las Bootidas de junio. Aunque no alcanza la intensidad de fenómenos como las Perseidas o Leónidas, esta lluvia destaca por su belleza y naturaleza impredecible.
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Según el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), el pico máximo de actividad se prevé para la madrugada del viernes 27 de junio de 2025. No obstante, el espectáculo podrá apreciarse desde el 22 de junio y hasta el 2 de julio, cuando la Tierra cruza la estela de partículas del cometa 7P/Pons-Winnecke.
¿Qué son las Bootidas?
Las Bootidas se originan cuando fragmentos de polvo y roca liberados por el cometa 7P/Pons-Winnecke ingresan a la atmósfera terrestre. Al quemarse, estos objetos producen las conocidas “estrellas fugaces”. Este fenómeno es visible principalmente en el hemisferio norte, y su radiante se encuentra en la constelación Boötes (el Boyero), que será el protagonista del evento.
A diferencia de otras lluvias de meteoros, las Bootidas se caracterizan por su velocidad moderada —aproximadamente 64,000 kilómetros por hora— y por episodios esporádicos de intensa actividad.
¿Cuántos meteoros se pueden observar?
La frecuencia de meteoros durante las Bootidas varía considerablemente. En años comunes, se observan entre uno y dos meteoros por hora. Sin embargo, excepciones históricas como 1998 y 2004 registraron ráfagas espectaculares de hasta 100 destellos en una hora.
Para 2025, se espera una actividad más moderada, aunque la naturaleza impredecible de esta lluvia siempre deja abierta la posibilidad de sorpresas.
¿Cuándo es el mejor momento para observarlas?
El horario óptimo para disfrutar del espectáculo será entre la medianoche y el amanecer del 27 de junio, cuando la constelación Boötes esté en su punto más alto en el cielo. Además, la fase menguante de la Luna minimizará la contaminación lumínica natural, facilitando la visualización incluso de meteoros menos brillantes.
Consejos para la observación
Para aprovechar al máximo esta experiencia, los expertos recomiendan:
- Alejarse de las luces urbanas y buscar zonas oscuras, como áreas rurales o parques naturales.
- Evitar el uso de dispositivos móviles para no afectar la adaptación visual nocturna; si se emplean aplicaciones astronómicas, activar el modo oscuro.
- No es necesario utilizar telescopios o binoculares: la observación es a simple vista.
- Llevar una silla reclinable, manta o saco de dormir para comodidad durante la espera.
En la Ciudad de México, lugares como el Desierto de los Leones, el Ajusco o el Parque Nacional La Marquesa ofrecen condiciones ideales para observar este fenómeno debido a su menor contaminación lumínica.
Prepárate para conectar con el cosmos y disfruta uno de los espectáculos naturales más bellos que ofrece el cielo nocturno este verano.
Con información de Excelsior