El saldo por las inundaciones en Texas asciende a 91 víctimas mortales y se mantiene la búsqueda de desaparecidos mientras persisten las alertas de lluvia
La cifra de víctimas mortales por las inundaciones en Texas se elevó a 91, informó la Casa Blanca, mientras continúan las labores de rescate en busca de las personas que permanecen desaparecidas tras el desastre que ha golpeado al estado en los últimos días.
El condado de Kerr ha sido una de las zonas más afectadas, especialmente tras la tragedia ocurrida en un campamento cristiano ubicado a orillas del río Guadalupe, donde 27 niñas y sus guías perdieron la vida durante las fuertes lluvias que se registraron en el fin de semana del 4 de julio.
“Camp Mystic está de luto por la pérdida de 27 campistas y guías tras las inundaciones catastróficas en el río Guadalupe”, señaló la organización en un comunicado. “Estamos destrozados junto con nuestras familias que están sufriendo esta tragedia inimaginable”, añadieron.
Las lluvias intensas provocaron el desbordamiento del río durante la madrugada, arrasando con las cabañas mientras las niñas dormían, dejando una escena de devastación con mantas, osos de peluche y ventanas destrozadas cubiertas de lodo. “Hemos recuperado 75 cadáveres aquí en el condado de Kerr, incluyendo 48 adultos y 27 niños”, informó a la prensa el sheriff Larry Leitha. Además, se han reportado otras 13 muertes en distintas zonas del estado.
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El Servicio Meteorológico Nacional mantiene las alertas por lluvias intensas y la posibilidad de más inundaciones en el centro de Texas. Los expertos advierten que el terreno saturado aumenta el riesgo de inundaciones repentinas en una región conocida como el “callejón de las inundaciones”, donde fenómenos de este tipo no son extraños pero se han vuelto más frecuentes debido al cambio climático.
“Texas está de luto en este momento; el dolor, la conmoción por lo ocurrido en estos últimos días ha destrozado el corazón de nuestro estado”, expresó el senador Ted Cruz, quien lamentó la tragedia en el campamento infantil y recordó que este tipo de actividades forman parte de una tradición de verano para muchas familias.
El presidente Donald Trump anunció que visitará Texas el viernes y calificó la situación como una “catástrofe no vista en 100 años”. Tras declarar emergencia grave en el estado, se habilitaron recursos federales para apoyar en las tareas de rescate y reconstrucción, mientras se enfrenta el proceso de remoción de escombros que ha obstaculizado las vías de comunicación en las zonas afectadas.
La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, desestimó las críticas relacionadas con supuestos recortes a las agencias meteorológicas y destacó que “culpar al presidente Trump por estas inundaciones es una mentira depravada, y no sirve de nada en estos tiempos de duelo nacional”. Según la funcionaria, el Servicio Meteorológico emitió pronósticos y advertencias de forma puntual antes de la catástrofe.
Voluntarios provenientes de distintas regiones de Texas se han sumado a las tareas de búsqueda y auxilio en el condado de Kerr, mientras las autoridades continúan trabajando en las zonas afectadas con la esperanza de localizar a las personas que permanecen desaparecidas tras uno de los episodios de lluvias más devastadores en la historia reciente del estado.
