
El Zócalo y el Centro Histórico se llenarán de luz, música y danzas con motivo de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan este julio
Con motivo de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan, la Ciudad de México se prepara para una serie de actividades culturales y artísticas que transformarán el Centro Histórico en un espacio de memoria y celebración. A partir de este viernes 11 de julio y hasta el 27 de julio, se llevará a cabo la proyección de un videomapping titulado Memoria Luminosa. México-Tenochtitlan, 700 años, que relatará la historia de la antigua ciudad mexica sobre la Plaza de la Constitución, como anunció la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Como parte de la conmemoración, ya se han instalado reproducciones monumentales de figuras prehispánicas en el Zócalo capitalino. Además, se implementará el proyecto Sendero de la Isla, una intervención con iluminación, cenefas y ornamentos que marcarán el perímetro de lo que alguna vez fue México-Tenochtitlan, recorriendo diversas calles del Centro Histórico para recordar la grandeza de esta ciudad.
El acto central de los festejos se llevará a cabo el próximo 26 de julio, fecha en la que se conmemora la fundación de Tenochtitlan. Ese día, se realizará una marcha en la que participarán alrededor de tres mil 500 danzantes, quienes partirán desde Chapultepec para llegar al Zócalo, acompañados de música tradicional, rituales y danzas que honrarán las raíces mexicas.
Además, se han programado funciones de ópera en náhuatl tanto en el Palacio de Bellas Artes como en la explanada del Zócalo, con el objetivo de acercar a las nuevas generaciones a las lenguas originarias y a la historia de la ciudad. También se exhibirán esculturas elaboradas con nopales sobre Paseo de la Reforma, sumando un elemento visual único a esta conmemoración.
Como parte del impulso educativo de esta conmemoración, se distribuirán libros para colorear en escuelas primarias con el fin de que los niños conozcan y valoren la historia de México-Tenochtitlan y la importancia de sus tradiciones. De esta forma, la Ciudad de México busca honrar la memoria de uno de los asentamientos más importantes de Mesoamérica, generando espacios de reflexión y orgullo en la población capitalina.