
Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, admitió su culpabilidad por narcotráfico y armas en Chicago, en un acuerdo que podría impactar al Cártel de Sinaloa
Ovidio Guzmán López, hijo del conocido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, aceptó ante la justicia de Estados Unidos su culpabilidad por delitos relacionados con narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas. El hecho ocurrió en una corte federal de Chicago, convirtiéndose en la primera vez que uno de los hijos de “El Chapo” admite su responsabilidad por estos cargos en territorio estadounidense.
Durante la audiencia, encabezada por la jueza federal Sharon Coleman en el Distrito Norte de Illinois, Guzmán López, de 35 años, reconoció su participación en la supervisión de la producción y distribución de drogas como cocaína, heroína, metanfetamina, marihuana y, de forma destacada, fentanilo con destino a Estados Unidos, sustancia vinculada con el aumento de muertes por sobredosis en ese país.
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Los detalles precisos del acuerdo alcanzado con la fiscalía no fueron revelados públicamente, aunque se prevé que podría contemplar una reducción de condena a cambio de cooperación con las autoridades estadounidenses en investigaciones relacionadas con el narcotráfico. Ovidio Guzmán fue detenido en México en enero de 2023 y extraditado a Estados Unidos en septiembre de ese mismo año. En un inicio, se había declarado no culpable, pero en los últimos meses se intensificaron las negociaciones para llegar a este acuerdo.
La facción conocida como “Los Chapitos”, integrada por Ovidio y sus hermanos, ha sido identificada por las autoridades como una de las más violentas dentro del Cártel de Sinaloa, especialmente tras la captura de Joaquín Guzmán en 2016. Este grupo ha sido responsabilizado de potenciar la producción y tráfico de fentanilo, generando considerables ingresos y contribuyendo a la crisis de opioides que atraviesa Estados Unidos.
La aceptación de culpabilidad de Guzmán López podría tener repercusiones relevantes en la estructura del Cártel de Sinaloa, ya que las autoridades estadounidenses esperan que esta cooperación proporcione datos clave sobre el funcionamiento interno de la organización, así como sobre eventuales nexos con empresarios o funcionarios en México y otros países.
Mientras tanto, la violencia vinculada con disputas internas del cártel se mantiene activa en territorio mexicano. En Sinaloa, recientemente se localizaron veinte cuerpos, algunos decapitados y otros colgados de un puente, en un posible enfrentamiento entre la facción de “Los Chapitos” y el grupo rival conocido como “La Mayiza”, en medio de una disputa por el control de territorios estratégicos para el tráfico de drogas.
El caso de Ovidio Guzmán representa un punto de inflexión para las autoridades estadounidenses en su lucha contra el tráfico de fentanilo y otras drogas, mientras se evalúan las implicaciones de este acuerdo en la estructura de una de las organizaciones criminales más relevantes de la región.