Una niña de apenas un año murió tras ser agredida por el perro pitbull de su familia en Dover, Ohio, mientras su madre intentaba rescatarla sin éxito.
El pasado miércoles 2 de julio, una bebé de un año, identificada como Blakely Blosser, fue atacada por el pitbull que la familia tenía en su domicilio en Dover, Ohio. El violento episodio sucedió mientras su madre recogía ropa y, al volverse, se encontró con su hija siendo agredida por el can.
La madre, al percatarse del ataque, se lanzó hacia su hija para intentar separar al animal, resultando herida mientras luchaba por proteger a la pequeña. Fue entonces cuando alcanzó a llamar al número de emergencias, aunque cuando los servicios llegaron a la casa, el ataque ya había ocasionado lesiones fatales en el rostro y cuello de la bebé .
Según el sheriff del condado de Tuscarawas, Orvis Campbell, la niña falleció prácticamente en el lugar debido a la gravedad de las heridas, que fueron definitivas. El agente confirmó también que la madre presentaba “heridas defensivas” producto de su intento por liberar a su hija.
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Tras el incidente, el padre de Blakely, quien no se encontraba en la casa al momento, tomó la difícil decisión de sacrificar al perro involucrado, que hasta el momento no había mostrado agresividad hacia humanos, aunque sí había tenido confrontaciones con otros perros.
Este suceso ha reavivado la discusión sobre la necesidad de una supervisión más estricta de perros de razas potencialmente peligrosas. Expertos recuerdan que el comportamiento de un animal no depende exclusivamente de su raza, sino también de su educación, entorno y manejo responsable.