
Aún es largo el camino que tenemos los mexicanos para erradicar la lacerante realidad de la pobreza. Ante esto, cualquier iniciativa emprendida para fortalecer la inversión y el empleo, debe ser bienvenida.
El turismo es un motor para la economía nacional. Aporta 8.6% del Producto Interno Bruto y su fortalecimiento más bienvenido, debe ser considerado como estratégico, sobre todo para una nación que requiere combatir la marginación por cualquier medio. Pero hay una pregunta obligada: ¿El turismo ha contribuido a reducir los márgenes de pobreza en los destinos turísticos?
Para el año 2022, el 36.3% de todos los mexicanos, viven en situación de pobreza. En números absolutos, a 46.8 millones de personas nos les alcanza para cubrir sus necesidades básicas diarias. La evolución de este indicador señala que entre 2010 y 2022, solo 6 millones de personas lograron salir de este umbral.
Indudablemente se redujo la pobreza a nivel nacional, aunque definitivamente a ritmo no deseado. ¿Qué es lo que está pasando en los destinos turísticos? ¿El turismo es realmente una herramienta para mejorar bienestar y generar oportunidades? Reflexionemos en ello.
Enlistando los 6 destinos más visitados por el turismo – Ciudad de México, Benito Juárez (Cancún), Acapulco, Guadalajara, Monterrey y Puebla –, solo Guadalajara y Monterrey lograron reducir el porcentaje de población en pobreza en el periodo 2010-2020, en tanto que la Ciudad de México (analizada como un solo destino), Acapulco, Puebla y Cancún, incrementaron su proporción de pobres. En el caso de Cancún, la joya de la corona del turismo en México, pasó de 180 mil a más de 323 mil pobres; es decir, 80% más.
Si analizamos en su conjunto a los 177 Pueblos Mágicos, se observa una reducción de la pobreza, con casos notables como Bacalar (Q. Roo), Santiago Ixcuintla (Mexcaltitán) (Nay), Real de Asientos (Ags) y Mapimí (Dgo), que registraron importantes reducciones en sus márgenes de pobreza; sin embargo, en Tulum (Q. Roo), Coatepec (Ver) y Taxco (Gro), la proporción de pobres se incrementó considerablemente.
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¿El turismo ha contenido o profundizado estos desequilibrios?
Tal parece que los destinos más visitados de México tienen un problema. El desarrollo del turismo no ha sido sostenible y eficientemente regulado para lograr que los beneficios permeen de manera equilibrada en todos los sectores.
Cuando el turismo llega a los destinos, incrementa el costo de la vida local; en este orden, se produce un empobrecimiento real por el costo de la canasta básica y demás servicios. Así lo demuestran los indicadores del CONEVAL, pues entre los componentes de la pobreza, la vulnerabilidad por ingreso se incrementó en la Ciudad de México, Cancún, Acapulco, Guadalajara y Puebla en cerca de medio millón de personas, en tanto que la población con ingreso inferior a la línea de pobreza creció en un millón de personas en el periodo analizado.
Ahora que está en el centro de la discusión el tema de la gentrificación, es importante analizar la evolución del ingreso y el costo de vida en los destinos turísticos, que genera un fenómeno de atención prioritaria y al que puedo llamarle “ingresificación”.
Por: Mario Alberto González
X: @soyMario_Mx