
Derek Huffman, padre de familia texano, se mudó a Rusia buscando valores conservadores, pero tras alistarse para obtener la ciudadanía, terminó enviado al frente en Ucrania
Derek Huffman, un hombre de 46 años originario de Texas y padre de tres hijos, decidió mudarse con su familia a Rusia convencido de que ahí encontraría un país alineado con sus valores conservadores. Su plan inicial era sencillo: establecerse en territorio ruso, obtener la ciudadanía a través del servicio militar y trabajar como soldador, lejos del campo de batalla. Sin embargo, el camino que eligió dio un giro inesperado cuando, tras apenas tres semanas de entrenamiento, fue enviado al frente en Ucrania, según confirmaron su esposa, DeAnna, y reportes internacionales.
En agosto de 2024, Rusia lanzó el programa de visas “Valores Compartidos”, destinado a atraer extranjeros que comparten su agenda de valores tradicionales, creencias cristianas conservadoras y rechazo a movimientos como el LGBTQ+. Huffman y otros estadounidenses, inconformes con lo que describen como una “decadencia” en Occidente, vieron en esta opción una oportunidad para rehacer su vida.
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El proyecto “American Village”, impulsado por el influencer Tim Kirby, buscaba agrupar a familias conservadoras de Estados Unidos en Rusia bajo esta narrativa. En videos difundidos, Huffman aseguraba: “No quiero que nadie aquí en Rusia diga que no pertenecemos aquí […] si voy a arriesgar mi vida por Rusia […] he ganado nuestro lugar aquí”.
Con nula experiencia militar, Huffman se alistó en una unidad de extranjeros en mayo, motivado por promesas de que desempeñaría un rol de apoyo como soldador o corresponsal y no como combatiente. Sin embargo, su esposa denunció en redes que esas promesas fueron incumplidas: “Derek siente como si lo estuvieran arrojando a los lobos en este momento”.
La familia invirtió más de 10 mil rublos en equipo personal, sin haber recibido salario ni bonificación tras un mes de servicio, y con la angustia de ver a Huffman asignado a una unidad de infantería, cercano a la línea de combate.
El caso de Huffman no es aislado. Informes de la BBC y Mediazona documentan al menos 523 extranjeros de 28 países muertos combatiendo para Rusia, incluidos ciudadanos de Nepal, Egipto, Sri Lanka y Estados Unidos, muchos de ellos reclutados con promesas de amnistía o estabilidad económica que no se cumplieron.
Para analistas, el programa de visas “Valores Compartidos” ha funcionado como un brazo de propaganda para el Kremlin, proyectando a Rusia como un refugio de valores frente a un Occidente en crisis. No obstante, la realidad muestra que muchos de quienes aceptan esta oferta terminan en la línea de fuego.
Mientras tanto, DeAnna continúa pidiendo oraciones y apoyo público para que su esposo sea reubicado en un puesto no combativo, dejando claro el temor que enfrentan las familias ante una guerra que no era parte de su plan original: “siente que lo están mandando como carne de cañón… tiene que apoyarse en la fe”.