
El ISSSTE entregó constancias de finiquito a 237 acreditados del Fovissste con deudas históricas, marcando un avance en justicia social y alivio económico para derechohabientes
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), a través de su titular Martí Batres, hizo entrega de constancias de finiquito a 237 personas acreditadas del Fondo de la Vivienda (Fovissste) que enfrentaban créditos impagables por años, con lo que se liberaron de deudas acumuladas que seguían creciendo a pesar de décadas de pagos continuos.
Durante la ceremonia, Batres destacó casos emblemáticos como el de José Rogelio Servando Rodríguez Montiel, quien en 2003 solicitó un crédito por 418 mil pesos y, tras dos décadas de pagos puntuales que sumaron un millón 159 mil pesos, aún debía un millón 800 mil pesos debido a intereses y actualizaciones. “Hoy tenemos otro caso, que es el del señor José Servando Rodríguez que tuvo un crédito de 418 mil pesos, pagó a lo largo de 20 años, más o menos, un millón 159 mil, o sea, más de dos veces lo que había solicitado. Pero todavía debía, hasta ayer, por decirlo así, un millón 800 mil. Bueno, al señor José Servando Rodríguez no se le están condonando 300 mil ni 700 mil, ni 800 mil, sino un millón 800 mil pesos”, expresó Batres, subrayando la magnitud del beneficio.
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En otro frente de apoyo social, Ariadna Montiel, titular de Bienestar, se trasladó a la Sierra Tarahumara para entregar tarjetas del Banco del Bienestar a mujeres tesoreras de comunidades indígenas y afromexicanas, encargadas de administrar recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social para Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas (Faispiam). Ante autoridades locales y representantes comunitarios en Guachochi, Chihuahua, Montiel afirmó que “hoy se entregan recursos que son parte de una inversión de más de 12 mil millones de pesos en todo el país, y hoy ustedes pueden estar seguros que, así como sucede en el territorio rarámuri en esta hermosa barranca, en todo el país ya comienza la dispersión de estos recursos para todos nuestros pueblos indígenas”.
Los fondos del Faispiam se destinarán a obras de infraestructura social como agua potable, drenaje, electrificación, mejoramiento de vivienda, infraestructura básica en salud y educación, beneficiando directamente a comunidades que han esperado años por obras prioritarias.
Estos avances se enmarcan en la política federal de justicia social y de reducción de desigualdades, priorizando a comunidades con mayores rezagos, al tiempo que se protege el patrimonio de trabajadores que enfrentaban deudas impagables por créditos hipotecarios