
Documentos del Archivo General de la Nación confirman que Hernán Bermúdez Requena fue agente de la DFS, brazo represivo del régimen priista en los años 80
Hernán Bermúdez Requena, quien fue secretario de Seguridad Pública de Tabasco entre 2019 y 2024 y actualmente se encuentra prófugo de la justicia, trabajó como agente encubierto para la Dirección Federal de Seguridad (DFS) en los años finales de esta corporación. Así lo revelan documentos del Archivo General de la Nación (AGN), donde se registran sus actividades durante uno de los periodos más oscuros del México moderno.
La DFS, brazo operativo de inteligencia de la Secretaría de Gobernación, tuvo como objetivo la vigilancia, represión y eliminación de disidencia política, principalmente de ideología de izquierda. En sus filas operó Bermúdez Requena, integrando el llamado Grupo UNAM, Sección A, encargado de recabar información sobre movimientos estudiantiles, sindicales y políticos entre 1984 y 1985.
Uno de los episodios más relevantes en los que participó fue el seguimiento al movimiento estudiantil de la Preparatoria Popular de Tacuba, tras los hechos del 1 de mayo de 1984. Ese día, durante el desfile del Día del Trabajo, fueron lanzadas bombas molotov y de humo frente a Palacio Nacional. Según el expediente, estudiantes se infiltraron entre contingentes sindicales —incluido uno con Rosario Ibarra de Piedra— y uno de los explosivos hirió a altos funcionarios, entre ellos Alejandro Carrillo Castro, director del ISSSTE.
El expresidente Miguel de la Madrid, en sus memorias Cambio de rumbo, atribuyó los disturbios a “pequeños grupos de agitadores”, y describió a los responsables como “jóvenes agresivos, en su mayoría, a juzgar por su forma de vestir, de clase media… había entre ellos una buena rociada de ‘güeritos’ y también de refugiados centroamericanos”.
La reacción oficial fue inmediata: redadas en la preparatoria y vigilancia constante en Ciudad Universitaria. Bermúdez firmó varios reportes informando sobre actividades de los estudiantes, como boteo, pintas y asambleas pacíficas. Uno de esos informes, fechado el 7 de mayo de 1984, describe:
“El día de hoy (7 de mayo de 1984) siendo las 14:55 horas, las brigadas de estudiantes de la Preparatoria Popular Tacuba (ppt), continuaron efectuando colecta económica y pegando carteles…”.
En otro informe posterior, se detalla una marcha de padres de familia exigiendo la liberación de sus hijos, detenidos por estos hechos. El documento señala que fueron atendidos por autoridades de la Procuraduría del Distrito Federal, quienes prometieron prioridad a mujeres y menores de edad.
Más allá de sus actividades como agente, el expediente también registra un incidente peculiar: el robo del automóvil de Bermúdez Requena, un Monte Carlo modelo 1981, ocurrido en septiembre de 1984 en las inmediaciones del Frontón México. Posteriormente, otro agente de la DFS reportó que un individuo intentó vender el auto a 250 mil pesos, presuntamente sin saber que pertenecía a un miembro del cuerpo de inteligencia.
La trayectoria de Bermúdez en la DFS concluyó el 29 de noviembre de 1985, coincidiendo con la desaparición formal de esta corporación, acusada de corrupción, violaciones a derechos humanos y vínculos con el narcotráfico. Su jefe en aquel entonces era José Antonio Zorrilla Pérez, autor intelectual del asesinato del periodista Manuel Buendía.
El caso de Hernán Bermúdez ilustra cómo figuras del pasado continúan apareciendo en posiciones clave del presente. Mientras la sociedad exige transparencia y justicia por los abusos del pasado, aún persisten personajes cuya historia quedó documentada, pero no juzgada.