
El ícono de la música mexicana vivió un episodio oscuro en su juventud que marcó su carrera artística y dio origen a algunas de sus canciones más recordadas.
Mucho antes de brillar en escenarios internacionales, Juan Gabriel vivió una etapa difícil que pocos conocen: su paso por la prisión de Lecumberri a finales de los años 60. A pesar de ser una de las figuras más queridas de la música popular mexicana, la historia de cómo terminó en la cárcel y las canciones que escribió en ese periodo aún despiertan curiosidad.
Te puede interesar: Messi y su esposa deslumbran en concierto de Coldplay
De los bares a la prisión: el inicio del camino artístico
Nacido como Alberto Aguilera Valadez en Parácuaro, Michoacán, el joven compositor encontró en la música una vía de escape desde muy temprana edad. A los 16 años se trasladó a Ciudad Juárez, donde trabajó en centros nocturnos y adoptó el nombre artístico que rendía homenaje a su padre y a un maestro que influyó en su vida.
Al llegar a la capital del país, su sueño era claro: dedicarse profesionalmente a la música. Sin embargo, una acusación por robo lo llevó a ser arrestado y encerrado en Lecumberri, una de las prisiones más temidas del México del siglo XX.
El “Palacio Negro”: historia de una prisión temida
La Penitenciaría de Lecumberri, inaugurada en 1900 durante el Porfiriato, fue concebida como una cárcel moderna, basada en el modelo panóptico. Aunque originalmente pensada para rehabilitar, terminó convirtiéndose en un símbolo de hacinamiento, violencia y corrupción. Cerró en 1976 y hoy alberga el Archivo General de la Nación.
En este entorno, sobrepoblado y marcado por abusos, Juan Gabriel fue recluido por una denuncia que, con el tiempo, fue desmentida.
¿Por qué fue detenido Juan Gabriel?
La versión más citada señala que fue acusado de robar unas joyas y un radio durante un evento privado. Se menciona a la actriz Claudia Islas como quien presentó la denuncia, aunque ella lo negó años después. No existieron pruebas concluyentes y no hay expediente oficial en el archivo judicial con su nombre.
Juan Gabriel fue condenado a tres años, pero salió tras 18 meses, gracias a la intervención de figuras como Enriqueta Jiménez “La Prieta Linda”, quien pagó su fianza, y Ofelia Urtuzuástegui, esposa del entonces director del penal.
Canciones nacidas en la cárcel
Durante su encierro, el joven compositor no dejó de escribir. Entre las canciones que creó en Lecumberri destacan:
- “No tengo dinero”: Himno de carencias con espíritu esperanzador; fue parte de su disco debut en 1971.
- “Me he quedado solo”: Reflejo del aislamiento emocional que vivió tras las rejas.
- “Tres claveles y un rosal”: Una pieza breve, cargada de romanticismo.
- También se le atribuyen temas como “Iremos de la mano”, compuestos en ese mismo periodo.
Para Juan Gabriel, la música fue refugio y catarsis. A pesar de la adversidad, nunca dejó de crear.
Un giro definitivo hacia el éxito
Poco tiempo después de salir de prisión, firmó su primer contrato discográfico, dando inicio a una carrera que lo llevaría a convertirse en leyenda. Aquel joven que estuvo tras las rejas sin pruebas, se transformó en el artista que marcaría generaciones.
Con información de Excelsior