Una ballena minke impactó contra un bote en la Bahía de Barnegat; el choque fue captado en video y el animal apareció muerto horas después.
Choque entre ballena y bote deja una víctima en la Bahía de Barnegat
Un inusual y trágico incidente ocurrió el sábado 2 de agosto en la Bahía de Barnegat, Nueva Jersey, cuando una ballena minke de aproximadamente seis metros de largo emergió repentinamente del agua y colisionó con una pequeña embarcación. El momento fue grabado en video y rápidamente circuló en redes sociales por la fuerza del impacto.
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En las imágenes se observa cómo el cetáceo golpea con fuerza el bote, provocando un fuerte sacudón y haciendo que uno de los ocupantes caiga al mar. Afortunadamente, todos los tripulantes salieron ilesos, aunque claramente impactados por el evento.
La ballena apareció sin vida horas después
Poco después del accidente, el cuerpo del animal fue encontrado varado en aguas poco profundas. El Marine Mammal Stranding Center (MMSC) confirmó el deceso y señaló que aún se investigan las causas de la muerte. Aunque no se observaron heridas visibles, se realizará una necropsia para determinar si el choque fue fatal o si ya presentaba alguna condición previa.
¿Qué pudo haber ocurrido?
De acuerdo con expertos del MMSC, las condiciones de la marea dificultaron el acceso inicial al cuerpo. Sin embargo, nuevas grabaciones difundidas posteriormente muestran lo que podría ser un segundo impacto con otra embarcación tipo pontón, lo que sugiere que la ballena pudo haber estado desorientada o herida antes del choque final.
El capitán Charlie Nunn, entrevistado por NBC, explicó que no parece haber responsabilidad directa de los navegantes:
“Las ballenas chocan constantemente con algo. Probablemente este ejemplar estaba actuando por instinto, en un estado de lucha o huida.”
Procedimientos en marcha
El cuerpo del animal será trasladado a un parque estatal cercano este lunes para realizarle la necropsia, la cual podría tomar varias horas. Mientras tanto, las autoridades han solicitado a los navegantes mantenerse a una distancia mínima de 45 metros del cuerpo, tanto por seguridad como para no interferir en el trabajo de los especialistas.
Este caso ha reabierto la conversación sobre la convivencia entre la navegación recreativa y la fauna marina, así como la necesidad de protocolos más estrictos para proteger a las especies en su hábitat natural.
Con información de Excelsior
