
Joaquín Guzmán envió una carta al juez Brian Cogan en la que acusa que, pese a autorización, no ha podido hablar con su nuevo abogado
Joaquín “El Chapo” Guzmán, antiguo líder del Cártel de Sinaloa y sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico, volvió a manifestar su inconformidad con las condiciones de su reclusión. Desde la prisión federal ADX Florence, en Colorado, conocida por su régimen extremo de aislamiento, el narcotraficante hizo llegar una carta manuscrita al juez Brian Cogan para reclamar la falta de comunicación con su nuevo representante legal.
En el escrito, fechado el 15 de julio, Guzmán asegura que, a pesar de que hace tres semanas el tribunal autorizó el contacto con el abogado Israel José Encinosa —quien figura oficialmente como su defensor desde el 1 de julio—, el acceso aún no se ha concretado. “Hasta el día de hoy no le han autorizado [el acceso]”, señala, y agrega que “tiene alrededor de 10 meses vatallando [sic] que le autorice el gobierno poder visitarme, hablar por teléfono”. También denuncia que no le han entregado “las dos cartas” enviadas por su abogado.
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Guzmán solicita la intervención directa del magistrado, el mismo que lo sentenció en 2019 tras un mediático juicio de tres meses en la Corte del Distrito Este de Nueva York. “Para mí es vital”, enfatiza en el mensaje, subrayando la importancia de contar con asistencia legal efectiva.
En la ADX Florence, considerada la prisión más segura de Estados Unidos, los internos pasan 23 horas diarias en celdas de concreto, sin contacto físico con otros reclusos y con vigilancia estricta de toda comunicación. Guzmán ha denunciado previamente que este régimen le provoca daños psicológicos y constituye un “tormento mental” por la falta de interacción humana y el aislamiento prolongado.
El abogado Encinosa ingresó al caso a inicios de julio, tras un trámite judicial que lo reconoció como nuevo defensor. Sin embargo, según el propio Guzmán, los intentos por establecer comunicación directa han sido infructuosos. En su escrito, el exlíder criminal insiste en que el acceso a su abogado es un derecho que le está siendo negado.
No es la primera vez que Guzmán recurre a recursos legales para expresar su descontento. Ha solicitado sin éxito un nuevo juicio, argumentando supuestas irregularidades del jurado, y en ocasiones anteriores ha reclamado restricciones para recibir visitas de su familia, incluidas sus hijas y su esposa, Emma Coronel, liberada en 2023 tras cumplir parte de su condena en una prisión de mínima seguridad.
Extraditado en 2017, Guzmán ya había protagonizado dos fugas de cárceles mexicanas, una de ellas a través de un túnel de más de un kilómetro. Hoy, a más de 2,400 kilómetros de la corte que lo condenó, su carta representa otro capítulo en la disputa que mantiene con las autoridades penitenciarias por lo que considera violaciones a sus derechos como recluso.