
Tras 22 años juntos, la historia de Alicia Villarreal y Cruz Martínez terminó en un divorcio marcado por denuncias de violencia y escándalos que sorprendieron al público
La relación entre Alicia Villarreal y Cruz Martínez comenzó como el típico romance de telenovela, lleno de música, boda soñada y una imagen pública impecable, pero terminó envuelta en controversias y violencia que culminaron en un divorcio tras más de dos décadas juntos.
Durante años, esta pareja fue considerada un ejemplo en la industria musical. Alicia, destacada cantante de regional mexicano, y Cruz, exintegrante de Kumbia Kings y productor exitoso, unieron sus vidas en 2003 en Monterrey con una celebración que reflejaba felicidad y compromiso. Tuvieron tres hijos: dos en común, Cruz Ángelo y Félix Estefano, y Melanie, hija de Alicia con Arturo Carmona, quien mantenía buena relación con Cruz.
Su matrimonio resistió la mirada pública, pero rumores de infidelidad y desgaste en la relación comenzaron a circular desde la segunda mitad de la década pasada. Aunque ambos aparentaban estabilidad, fuentes cercanas señalaron que la relación ya estaba deteriorada, pero la pareja decidía mantener las apariencias por sus hijos y compromisos laborales.
El punto de quiebre llegó en febrero de 2025, durante un concierto en Michoacán. Alicia realizó la señal internacional de auxilio contra la violencia de género —un gesto discreto, pero captado y viralizado en redes sociales—, que desencadenó una serie de denuncias públicas. La cantante acusó a Cruz Martínez de violencia física, control y aislamiento, y relató cómo logró escapar para buscar ayuda.
Tras la denuncia, se emitió una orden de aprehensión contra Cruz, quien no se presentó a la audiencia en julio de 2025, siendo catalogado como prófugo. Alicia admitió en entrevistas que el matrimonio padeció años de manipulación emocional y violencia psicológica, que apenas pudo reconocer y enfrentar.
El proceso de divorcio, iniciado hace dos años, se aceleró recientemente con la ayuda de sus abogados. Lo que empezó como una historia romántica en los estudios de grabación terminó siendo una experiencia dolorosa, marcada por escándalos y una lucha por la libertad y la justicia.