
Isaque sorprendió al unirse improvisadamente a una carrera, completarla y transformar su vida tras el hecho viral.
En Garrafão do Norte, Brasil, una competencia atlética de 8 kilómetros tuvo un inesperado protagonista. El pasado domingo, Isaque, un hombre que minutos antes se encontraba en un bar y en evidente estado de ebriedad, decidió unirse a la prueba sin registro previo y calzado únicamente con chanclas.
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Al escuchar el disparo de salida, se mezcló con los corredores oficiales, avanzando tambaleante pero constante. Contra todo pronóstico, completó el recorrido y dejó atrás a varios participantes entrenados. Aunque no figuró en la clasificación oficial, la organización le entregó una medalla de participación como gesto de reconocimiento.
El episodio fue grabado y rápidamente se viralizó en redes sociales, provocando risas y comentarios en todo el país. En declaraciones posteriores, Isaque confesó que su decisión fue espontánea: “Estaba bebiendo y vi a la gente corriendo; pensé que sería bueno para quitarme la resaca”.
Lo que parecía un simple momento cómico terminó marcando un punto de inflexión en su vida. A raíz de la repercusión, recibió ropa y calzado deportivo, patrocinio de comercios locales e incluso atención odontológica gratuita. Hoy, entrena sobrio, con equipo adecuado y objetivos claros, decidido a dejar atrás su antigua rutina.
Con información de Excelsior