
El presidente ruso propone congelar el conflicto si Ucrania cede el Donbás y Crimea, mientras EU prepara una posible cumbre entre Putin y Trump
El presidente ruso Vladímir Putin trasladó recientemente a la Casa Blanca una propuesta para “congelar” el conflicto en Ucrania, a cambio de que Kiev reconozca la soberanía rusa sobre Crimea y ceda el control del Donbás. Según fuentes europeas y ucranianas consultadas por The Wall Street Journal, la oferta fue entregada al enviado especial estadounidense Steve Witkoff en Moscú, lo que ha llevado a Washington a considerar la organización de una cumbre con el líder ruso. Sin embargo, varios aliados en Europa mantienen reservas sobre las condiciones planteadas y el alcance real del plan.
La propuesta contempla que Ucrania retire sus fuerzas de las regiones de Donetsk y Luhansk, mientras Rusia consolidaría su control sobre estos territorios y la península de Crimea, ocupada desde 2014. Sobre las zonas de Jersón y Zaporiyia, se menciona una posible “congelación” de las líneas de combate, aunque sin compromisos claros por parte de Moscú para devolver territorios. Equipos de Estados Unidos y Rusia exploran un acuerdo para detener la ofensiva en esas áreas, como paso previo a un alto al fuego y negociaciones de paz. La Casa Blanca busca el respaldo de Kiev y sus aliados europeos antes de concretar un encuentro entre Donald Trump y Vladímir Putin.
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Ucrania insiste en que cualquier diálogo serio debe empezar con un cese total e incondicional del fuego. El presidente Volodímir Zelenski ha señalado que las cuestiones territoriales solo serán abordadas tras ese paso, en concordancia con el artículo 73 de la Constitución ucraniana que exige un referéndum nacional para cambios en su territorio. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, declaró que “por respeto a nuestras delicadas conversaciones diplomáticas con Rusia, Ucrania y nuestros aliados europeos, la Casa Blanca no hará comentarios sobre supuestos detalles publicados en los medios de comunicación”.
Donald Trump, por su parte, reconoció que la oferta de Putin no representa un avance decisivo, pero la calificó como suficientemente atractiva para organizar una reunión. “Me reuniré muy pronto con el presidente Putin. Habría sido antes, pero supongo que desafortunadamente hay medidas de seguridad que tomar”, comentó durante una cumbre con líderes de Armenia y Azerbaiyán. Trump agregó que hay “cierto intercambio de territorios para el beneficio de ambos” y afirmó que “Zelenski se está preparando para firmar algo”.
Mientras tanto, la ofensiva diplomática coincide con presiones económicas. Esta semana, Estados Unidos elevó al 50% los aranceles a India por sus compras de crudo ruso y amenazó con aplicar más sanciones a países que faciliten ingresos energéticos a Moscú, una estrategia para forzar el fin de las hostilidades.
En Europa, algunas voces expresan un optimismo cauteloso. Donald Tusk, primer ministro de Polonia, dijo: “Quizás una congelación del conflicto —no quiero decir el fin de la guerra, sino una congelación del conflicto— podría ocurrir más pronto que tarde. Hay esperanza para esto”. No obstante, otros gobiernos temen que un acuerdo que legitime las ganancias territoriales rusas debilite la unidad occidental y el respeto al derecho internacional.
El Kremlin ha intensificado en las últimas semanas sus ataques militares, incluyendo bombardeos en Kiev y en la región de Donetsk. Informes independientes indican que Rusia ha casi duplicado la cantidad mensual de misiles y drones lanzados desde finales de 2024, pese a los esfuerzos diplomáticos.
Además de las dificultades políticas, la viabilidad legal del plan sigue siendo incierta. Ucrania y sus aliados europeos rechazan aceptar la anexión rusa y exigen garantías de seguridad creíbles, aspectos que, según fuentes consultadas, no quedan resueltos en la propuesta rusa.
Los rumores de un posible alto al fuego ya afectan a los mercados internacionales. Los futuros europeos del gas perdieron ganancias tras conocerse las negociaciones, mientras el precio del crudo ha disminuido ante la expectativa de un arreglo diplomático. La deuda ucraniana también ha mostrado volatilidad en respuesta a cada señal de avance en las negociaciones.