
Ethan Guo, joven piloto e influencer, pasó seis semanas en la Antártida chilena tras aterrizar sin permiso; finalmente logró un acuerdo judicial para salir
Ethan Guo, un joven piloto e influencer de 19 años, podrá abandonar la Antártida chilena después de permanecer seis semanas retenido por un aterrizaje sin autorización. El acuerdo judicial que consiguió implica una donación benéfica y restricciones de reingreso al país.
El incidente se produjo el 28 de junio de 2025, cuando Guo aterrizó en la base Teniente Rodolfo Marsh, en la isla Rey Jorge, fuera del plan de vuelo aprobado por las autoridades chilenas. La Fiscalía de Magallanes lo acusó de alterar la ruta sin avisar y de proporcionar datos falsos, infracciones tipificadas en los artículos 194 y 197 del Código Aeronáutico.
Su viaje formaba parte de la campaña “Flight Against Cancer”, iniciada en septiembre de 2024 para recaudar fondos en favor de la investigación del cáncer infantil, inspirada en el diagnóstico de un primo. Antes del incidente, su iniciativa ya había reunido más de 131 mil dólares, con la meta de alcanzar el millón.
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La aeronave utilizada, una Cessna 182Q equipada con un tanque adicional para vuelos prolongados, debía sobrevolar únicamente Punta Arenas. Sin embargo, el cambio de rumbo lo llevó a territorio antártico reclamado por Chile, en una zona regulada por el Tratado Antártico Internacional.
Durante el proceso, Guo permaneció voluntariamente en la Base Presidente Frei Montalva, bajo custodia de la Fuerza Aérea de Chile. Allí enfrentó las condiciones extremas del invierno antártico y perdió alrededor de 10 kilos de peso.
El juez que resolvió su caso en Punta Arenas impuso la suspensión condicional del procedimiento, con cuatro obligaciones principales: donar 30 mil dólares a la fundación chilena Nuestros Hijos en un plazo de 30 días, abandonar el país en cuanto el clima lo permita, no regresar a Chile durante tres años y cubrir los costos derivados de la custodia de la aeronave, su estadía y su retorno.
Tras conocer la decisión, Guo manifestó sentirse “aliviado por el resultado” en declaraciones a AP, y expresó su intención de reanudar su proyecto solidario una vez pueda salir de la Antártida.
Originario de Tianjin, China, y residente en West Palm Beach, Florida, Guo inició su formación como piloto a los 13 años, obtuvo su licencia a los 17 y acumula más de 700 horas de vuelo, incluyendo tres cruces del Atlántico. Su campaña destina recursos a instituciones como St. Jude Children’s Research Hospital.
El fiscal Cristián Crisosto subrayó la gravedad de modificar un plan de vuelo sin autorización en una zona de alta sensibilidad ambiental y de seguridad. Por su parte, la defensa sostuvo que el desvío fue autorizado verbalmente por un funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil y ratificado por radio, amparándose en el artículo 80 del Código Aeronáutico.
Este caso abre un debate sobre los riesgos legales de expediciones individuales en territorios remotos y el papel de figuras públicas que combinan aventura y filantropía. Guo, mientras espera condiciones favorables para partir, conserva el objetivo de cumplir su travesía por los siete continentes y seguir recaudando fondos contra el cáncer infantil.