
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, defiende las estrictas reglas escolares para evitar que estudiantes sean reclutados por pandillas, pese a críticas
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, salió este lunes en defensa de las recientes normas de disciplina implementadas en las escuelas públicas, asegurando que su objetivo es impedir que los centros educativos se conviertan en espacios de reclutamiento para pandillas.
Desde el 20 de agosto, los alumnos de las 5,100 escuelas públicas del país deben cumplir con reglas estrictas de presentación personal, como llevar el cabello corto, uniforme limpio y zapatos lustrados, medidas que algunos gremios magisteriales calificaron de “militarización” del sistema educativo.
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Bukele recordó que antes de lanzar su “guerra” contra las pandillas, en 2022, los colegios eran focos de violencia y presión por parte de grupos como la Mara Salvatrucha y Barrio 18, que acosaban a los estudiantes para integrarlos a sus filas y amenazaban a los docentes para que no denunciaran estas situaciones. “Así eran antes los centros educativos en nuestro país”, escribió el mandatario en la red X junto a un video que mostraba a estudiantes haciendo señas de pandillas.
La ministra de Educación, la capitana Karla Trigueros, sumó a las normas de disciplina un conjunto de reglas de cortesía escolar que entrarán en vigor el 1 de septiembre. Estas incluyen saludar al maestro al ingresar al aula, decir “por favor” y dar las gracias. La funcionaria advirtió que los alumnos con 15 anotaciones de demérito no podrán ser promovidos de grado, aunque podrán reducir sanciones mediante labores de orden y limpieza.
Los directores de las escuelas que no hagan cumplir estas reglas también serán sancionados, según advirtió Trigueros, quien habitualmente viste uniforme de camuflaje. Bukele aseguró que estas medidas deben cumplirse pese a las críticas. “Las medidas de disciplina en las escuelas buscan evitar que esta tragedia vuelva a repetirse”, sostuvo el presidente.
El mandatario goza de alta popularidad por haber reducido la violencia criminal a mínimos históricos mediante su régimen de excepción, que permite detenciones sin orden judicial. Sin embargo, esta política ha sido cuestionada por organizaciones de derechos humanos que alertan sobre la detención de personas inocentes y sobre los riesgos de concentrar autoridad en un solo poder.
Con estas medidas, Bukele busca reforzar la seguridad escolar y garantizar que la educación se mantenga alejada de la influencia de las pandillas, consolidando su estrategia de control y disciplina en el ámbito educativo.