
La Corte Suprema de Brasil ordenó que el expresidente sea monitoreado de forma continua ante el riesgo de que intente huir.
La Corte Suprema de Brasil dispuso reforzar las medidas contra Jair Bolsonaro y ordenó a la policía federal mantener una vigilancia permanente en su contra, debido al riesgo de que intente escapar a días de que comiencen las deliberaciones de su juicio por golpismo.
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El magistrado Alexandre de Moraes instruyó el seguimiento las 24 horas del exmandatario, quien permanece en arresto domiciliario en su residencia de Brasilia desde inicios de agosto, tras incumplir la prohibición de expresarse en redes sociales.
La determinación respondió a una solicitud de la Fiscalía, que alertó sobre la posibilidad de fuga justo cuando se aproxima la resolución de la corte, prevista entre el 2 y el 12 de septiembre. El juez destacó que existen elementos que apuntan a que Bolsonaro podría intentar evadir la justicia.
En un informe reciente, la Policía Federal indicó que el exgobernante llegó a planear la solicitud de asilo político en Argentina en 2024, con el argumento de sufrir “persecución política” en su país.
La defensa del expresidente calificó estas acusaciones como un intento por “desmoralizarlo” y aseguró que se trata de una estrategia de sus opositores. Sin embargo, además del proceso por golpismo, Bolsonaro enfrenta otras causas judiciales, entre ellas la presunta falsificación de certificados de vacunación contra el covid-19 y la retención irregular de joyas oficiales durante su administración.
Si es declarado culpable, el exmandatario podría recibir una condena de hasta 40 años de prisión.
El juicio se enmarca en los hechos del 8 de enero de 2023, cuando miles de simpatizantes bolsonaristas asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia. La Fiscalía acusa al exgobernante de haber fomentado la desinformación y el rechazo a los resultados electorales que favorecieron a Luiz Inácio Lula da Silva, lo que habría derivado en un intento de golpe de Estado.
La tensión política se intensifica en Brasil, mientras analistas apuntan a que la defensa de Bolsonaro busca extender los procesos para mantener su figura vigente con miras a las elecciones municipales de 2026, en contraste con el gobierno de Lula, que pretende cerrar el ciclo bolsonarista consolidando el Estado de derecho.
Con información de Excelsior