
Hugo Aguilar Ortiz recibió el bastón de mando de los Pueblos Originarios, símbolo de legitimidad y respeto, al asumir la presidencia de la SCJN
Este lunes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue escenario de un acto simbólico que reunió a representantes de los Pueblos Originarios de todo el país. A las 16:00 horas, se realizó la entrega del bastón de mando, consagrado horas antes en Cuicuilco, como muestra de respeto, legitimidad y continuidad cultural a quienes conformarán la nueva Corte.
Delegaciones de Nayarit, Michoacán, Guerrero, Puebla, Estado de México y Chiapas estuvieron presentes, con especial participación de Oaxaca, cuyos contingentes representaron regiones como la Costa, el Istmo, La Cañada y Papaloapan. Durante la ceremonia, el nombre de Hugo Aguilar Ortiz, próximo presidente de la SCJN y de origen mixteco, resonó con fuerza entre los asistentes: “Hugo, Hugo”. Su designación fue recibida con entusiasmo, ya que representa un hecho histórico de representación indígena en el máximo órgano judicial del país.
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El acto estuvo acompañado por prácticas ancestrales. Médicas tradicionales rindieron homenaje a los guardianes y deidades de los cuatro rumbos del universo y elevaron una petición de perdón a Tonantzin, en reconocimiento al daño ambiental que enfrenta la nación. Con el sonido del caracol como telón de fondo, Teresa de Jesús Ríos, médica tradicional del pueblo mazateco, evocó el espíritu prehispánico que envuelve la entrega del bastón de mando, solicitando: “Guíe a nuestros ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
El bastón de mando es un símbolo ancestral de autoridad y sabiduría en diversas culturas indígenas mexicanas. Su entrega implica un mandato colectivo: gobernar con justicia, respeto y servicio. Originario de las culturas mesoamericanas, era portado por sacerdotes, gobernantes y guías espirituales y, durante la época virreinal, se integró a los cabildos indígenas, consolidándose como emblema de representación legítima.
En tiempos recientes, su significado se ha extendido al ámbito político y judicial. En 2018, los Pueblos Originarios entregaron el bastón al presidente Andrés Manuel López Obrador como muestra de confianza. Este 2025, la SCJN celebró la consagración en Cuicuilco, donde sus ministros recibieron este símbolo como recordatorio de su compromiso ético con la justicia y el pueblo. Cada bastón es único en diseño y materiales, pero su mensaje es común: quien lo recibe no ejerce poder, sino responsabilidad.
La ceremonia con Hugo Aguilar Ortiz refleja la confluencia de tradición ancestral y vida institucional, destacando la importancia de la representación indígena en los espacios de máxima decisión del país y la continuidad de símbolos que refuerzan la legitimidad y el respeto cultural en la administración de justicia.