
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, entregó al Congreso el primer informe de gobierno de Claudia Sheinbaum, cumpliendo con la Constitución
Este 1 de septiembre de 2025, Claudia Sheinbaum Pardo presentó oficialmente su primer informe de gobierno, y la entrega formal del documento al Congreso de la Unión estuvo a cargo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en cumplimiento del artículo 69 de la Constitución. El acto se realizó durante la apertura del primer periodo de sesiones ordinarias, con la asistencia de diputadas, diputados, senadoras y senadores.
Durante la ceremonia, los legisladores tendrán la oportunidad de expresar sus opiniones en intervenciones de 15 minutos cada una. Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), precisó que la secretaria de Gobernación se limitó a entregar físicamente el informe, sin participación en tribuna, reafirmando así su rol protocolario en el acto.
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La jornada coincidió con un hecho histórico en la vida democrática del país: la toma de protesta de los nuevos ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los primeros elegidos mediante voto popular, marcando un hito en la trayectoria institucional de México.
El 1 de septiembre tiene un significado especial para los informes presidenciales. La tradición comenzó en 1917 con Venustiano Carranza y, aunque una reforma de 1986 trasladó temporalmente la fecha al 1 de noviembre durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, posteriormente se volvió a restablecer constitucionalmente, manteniéndose vigente hasta hoy.
El informe presentado por Sheinbaum recopila los avances y desafíos del primer año de su administración, detallando políticas públicas implementadas y metas estratégicas del gobierno federal. La entrega formal a través de Rosa Icela Rodríguez subraya la transparencia institucional y el cumplimiento del marco legal, al tiempo que inicia el debate legislativo sobre los resultados de la gestión presidencial.
El acto representa un momento simbólico y político relevante, resaltando no solo el cumplimiento de la obligación legal, sino también la presencia de la primera mujer en la presidencia de México, reforzando la combinación de tradición, institucionalidad y liderazgo femenino en la vida pública del país.