
El ministro Ben Gvir se niega a acatar el fallo del Tribunal Supremo que ordenaba mejorar la alimentación de prisioneros palestinos en Israel.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, anunció que no implementará la resolución del Tribunal Supremo que exige garantizar mejores condiciones alimentarias para los detenidos palestinos en las cárceles del país. La decisión representa un desafío directo a la orden judicial, emitida tras una denuncia de organizaciones de derechos humanos que aseguraban que los presos no recibían una alimentación digna y suficiente.
El fallo del tribunal señaló que reducir raciones no tiene efecto disuasorio y citó testimonios de exrehenes liberados por Hamás que evidencian que las condiciones de los presos palestinos podrían repercutir en el trato de los israelíes retenidos en Gaza. Según la corte, “Una sociedad se mide, entre otras cosas, por cómo trata a sus presos”.
A pesar de estas advertencias, Ben Gvir, identificado con el ala más radical del gobierno, rechazó públicamente acatar la orden. Durante un acto con el primer ministro Benjamin Netanyahu en Jerusalén Este, en un día marcado por un ataque palestino que dejó seis muertos entre israelíes, el ministro criticó al Tribunal Supremo: “El Tribunal Supremo ha relajado aún más las condiciones de detención para terroristas y asesinos. Esto no ocurrirá bajo nuestra supervisión. Las condiciones penitenciarias se mantendrán inalteradas. Esto refuerza la disuasión”.
En su cuenta de X (antes Twitter), Ben Gvir recordó que endurecer las condiciones de detención de quienes considera ‘terroristas’ ha sido una prioridad desde su llegada al cargo, incluso en contra de las recomendaciones del Shin Bet, el servicio de inteligencia israelí.
Netanyahu respaldó esta postura y cuestionó a los jueces, señalando que “también son parte de esta guerra”, en referencia al conflicto con Hamás y otras facciones palestinas. De igual manera, el ministro de Justicia, Yariv Levin, criticó al poder judicial y escribió en Telegram: “Mientras los rehenes se mueren de hambre en los túneles, dos jueces del Tribunal Supremo exigen que se mejore la alimentación de los peores terroristas”.
La negativa del gobierno a cumplir con la resolución judicial ha generado preocupación internacional, pues pone en evidencia la tensión entre los poderes ejecutivo y judicial en Israel y aumenta la controversia sobre el trato a los prisioneros palestinos en un contexto de conflicto activo y alto riesgo para la población civil.