Una mujer salvó a su nieta cubriéndola con su cuerpo; otros sobrevivieron resguardándose en sus autos.
La explosión de una pipa de gas LP en Iztapalapa, Ciudad de México, dejó un saldo de cuatro muertos y numerosos heridos, cuyos testimonios describen momentos de pánico y desesperación.
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“Sobreviví de milagro”
Paula Citlalli, quien conducía sobre el puente de La Concordia al salir de su trabajo, relató que una densa nube de gas bloqueó su visibilidad y atrapó su vehículo.
“Fue muy feo, no puedo describirlo de otra manera. Creo que sobreviví de milagro. El carro de adelante se detuvo y nadie pudo moverse”, contó.
Al percatarse de la explosión a pocos metros de su automóvil, intentó salir, pero la tensión la paralizó. Solo al abrir la puerta vio la bola de fuego y cubrió su cuerpo con los brazos, salvándose con una quemadura en una mano.
Abuela protege a su nieta
Alicia Matías Teodoro, despachadora en la base de camiones de Santa Martha, se interpuso entre el fuego y su nieta de dos años, cubriéndola con su cuerpo. Alicia sufrió quemaduras graves y fue trasladada a un hospital, mientras que la menor presentó lesiones de tercer grado en brazos y piernas.
Hombre se resguarda en su auto
Hugo, vendedor de hamburguesas, conduciendo una camioneta que luego quedó calcinada, logró sobrevivir al estallido al trasladarse al asiento trasero y cubrirse con una chamarra. No sufrió heridas y posteriormente regresó al lugar para rescatar su mercancía.
Los relatos de los sobrevivientes reflejan el terror vivido por quienes transitaban en la zona durante la tragedia, mientras las autoridades continúan con la atención a los lesionados y la investigación de los hechos.
Con información de Excelsior
