
Sí, en pleno siglo XXI, conectar casas al agua potable sigue siendo motivo de fiesta institucional.
En un evento digno de alfombra roja, discursos con eco y aplausos forzados, el Ayuntamiento de Valladolid celebró la “magna inauguración” de una obra que, en otros contextos, sería apenas un mantenimiento de rutina: la instalación de 500 metros de tubería y la rehabilitación de 60 tomas de agua domiciliarias en la comisaría de Xuilub.
El presidente municipal Homero Novelo Burgos, con tono solemne y sonrisa de “misión cumplida”, reafirmó —una vez más— su “inquebrantable compromiso” de garantizar que, algún día, el agua llegue a todas las casas como si fuera un logro épico y no un derecho básico largamente olvidado.
“Vamos por el 100% de cobertura”, proclamó el edil, como si estuviera anunciando la construcción de un acueducto romano y no apenas extendiendo una red de agua en una comunidad que ha estado décadas esperando lo mínimo indispensable.
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Según el parte oficial, los trabajos consistieron en colocar medio kilómetro de tubería de 2.30 pulgadas (¡todo un récord técnico!) y hacer excavaciones de 80 centímetros de profundidad, una proeza digna de documentarse en los libros de historia local. Por supuesto, no podía faltar el infaltable discurso del comisario municipal, Liborio May, quien agradeció la obra en nombre de los vecinos, destacando —con toda la formalidad del caso— que el agua es esencial para vivir, por si a alguien se le había olvidado.
La ceremonia de apertura del grifo (literalmente) fue acompañada de anuncios aún más emocionantes: el alcalde adelantó que en algún punto del futuro incierto comenzarán los trabajos de rehabilitación en la carretera Chan Chen–Xuilub, en una colaboración “estratégica” con el gobierno estatal.
Y como toda buena gestión municipal necesita justificar su existencia, se informó que esta obra forma parte de los grandes esfuerzos del Ayuntamiento para “llevar servicios básicos y desarrollo” a todas las familias del municipio. Porque, claro, nada dice “progreso” como finalmente tener agua en casa después de años de espera… y celebrarlo como si hubieran inventado el internet.