
El cierre de la residencia de Bad Bunny en San Juan se convirtió en una noche histórica con la inesperada aparición de Marc Anthony en el escenario
El cierre de la residencia musical de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico se transformó en un evento inolvidable gracias a la inesperada participación de Marc Anthony, quien se unió al reguetonero para interpretar el tema “Preciosa”. El espectáculo, titulado Una Más, significó el final de una serie de 31 presentaciones realizadas desde julio y que lograron llenos totales en cada función.
A lo largo de estas semanas, un elemento escénico conocido como “La Casita” acompañó cada concierto, simbolizando hogar, identidad y nostalgia, elementos que marcaron la esencia de esta residencia musical. Sin embargo, el momento más emocionante de la última noche ocurrió cuando, en la recta final, un invitado sorpresa subió al escenario.
Bad Bunny, antes de iniciar la interpretación, compartió con sus seguidores: “Una canción que ya he cantado antes, pero igual no la canto hace más de 20 años y yo quise cantarla porque estoy seguro de que ustedes no solo se la saben, sino que la sienten”. Sin revelar el título, los primeros acordes confirmaron que se trataba de “Preciosa”, canción emblemática para Puerto Rico.
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Fue en ese instante cuando Marc Anthony apareció en escena, provocando una ovación multitudinaria. Ambos artistas compartieron micrófono y emoción, interpretando con intensidad la pieza que muchos consideran un himno cultural de la isla. Durante la interpretación, Bad Bunny pidió al público: “No me dejen solos por favor, es un momento muy especial y quiero que la canten conmigo”.
El coliseo estalló en canto y aplausos mientras Anthony y Bad Bunny entregaban una de las presentaciones más comentadas de la residencia. El momento culminó con un abrazo entre los dos cantantes, mientras Marc Anthony se colocaba la bandera de Puerto Rico en la espalda y se arrodillaba frente al reguetonero, desatando aún más la euforia de los asistentes.
De esta manera, Bad Bunny cerró su histórica residencia con un gesto que no solo celebró la música, sino también la identidad y el orgullo puertorriqueño, acompañado de uno de los artistas latinos más reconocidos a nivel mundial.