
Un hombre que afirmó ser originario de Siria provocó controversia en redes al declarar en una entrevista callejera que “odia México”, lo que le costó su empleo.
Las redes sociales en México estallaron en debate luego de que un hombre, que aseguró ser de origen sirio, declarara abiertamente en una entrevista callejera que “odia México”. La contundente respuesta se viralizó en cuestión de horas y derivó incluso en su despido laboral.
El hecho ocurrió durante una dinámica realizada por los creadores de contenido Damián Cervantes y Georgie, del canal de TikTok The Most Drag Race. Los influencers preguntaban a transeúntes sobre su experiencia en el país cuando uno de los entrevistados, identificado como Adams, dio una respuesta inesperada.
Ante la pregunta de si le gustaba México, el hombre respondió sin dudar: “No. Odio México”. Con un gesto serio y sin mostrar preocupación por la advertencia de que sus palabras podrían traerle consecuencias, agregó con indiferencia: “No importa”.
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El video se difundió rápidamente en plataformas como TikTok, X, Facebook e Instagram, generando reacciones que oscilaron entre la indignación y la burla. En la grabación, Adams mencionó que trabajaba como RP en el bar La Vieja Habana y que llevaba dos años en México. Según explicó, llegó por circunstancias de la vida y ahora “ya no me puedo ir”.
Más adelante intentó matizar sus palabras, señalando que su molestia era por “el trato de la gente” y no por la gastronomía o el país en general. Sin embargo, la declaración inicial ya había generado un fuerte rechazo.
El bar La Vieja Habana reaccionó con rapidez. A través de redes sociales primero publicó: “Ya corrimos al sirio”. Posteriormente difundió un comunicado en el que subrayó que las opiniones del excolaborador eran personales y no representaban los valores del establecimiento:
“En días recientes, un excolaborador emitió declaraciones en medios externos que han generado comentarios en torno a nuestra empresa. Queremos dejar claro que dichas opiniones son estrictamente personales y no reflejan en ningún momento los ideales, ni valores de La Vieja Habana.”
Aunque Adams dijo ser sirio, varios usuarios en redes sociales cuestionaron su nacionalidad. Algunos afirmaron que su acento es venezolano, mientras que otros lo identificaron como cubano. También hubo quienes especularon que mintió sobre su origen por razones personales o políticas.
La polémica abrió un debate más amplio sobre los límites de la libertad de expresión y el respeto hacia el país que recibe a una persona migrante. Mientras unos señalaron que resulta ofensivo generalizar y hablar con desprecio, otros pidieron no responder con discursos de odio y recordaron que no todos los migrantes deben ser juzgados por un caso aislado.