
Las Naciones Unidas volvieron a imponer sanciones a Irán debido a su programa nuclear, luego de que fracasaran los más recientes esfuerzos diplomáticos, lo que ha generado un aumento de tensiones internacionales y un notable impacto económico en el país.
Este sábado, por primera vez en diez años, volvieron a entrar en vigor una serie de sanciones impuestas por el organismo internacional tras la ruptura de las conversaciones nucleares entre Teherán y las potencias occidentales.
El Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde al restablecimiento de estas sanciones luego de que, el viernes, ni Rusia ni China consiguieran aplazar el plazo límite para su activación. Las medidas, que incluyen desde un embargo armamentístico hasta restricciones económicas, se activaron a las 20:00 horas de Nueva York (00:00 GMT del domingo). Desde Nueva York, el presidente iraní Masud Pezeshkian declaró que Estados Unidos había propuesto que su país entregara todo su uranio enriquecido a cambio de una suspensión de tres meses en las sanciones. A finales de agosto, el llamado grupo E3 (Francia, Reino Unido y Alemania) reactivó el mecanismo conocido como snapback, con el que se puede restablecer automáticamente el régimen de sanciones que se levantó en 2015.
Pezeshkian también indicó que Francia hizo una propuesta similar, pero con una moratoria de solo un mes. Sin embargo, los ministros de Relaciones Exteriores del E3 afirmaron el domingo, mediante un comunicado conjunto, que la reactivación de las sanciones “no representa el fin del camino diplomático”.
En protesta por estas decisiones, Irán llamó a consultas a sus embajadores en París, Berlín y Londres, según informó la televisión estatal. Para el grupo E3, Teherán no ha mostrado “señales claras” que disipen las preocupaciones sobre los fines reales de su programa nuclear. Entre las condiciones impuestas por las potencias europeas estaban la reanudación de negociaciones directas con Estados Unidos, permitir el acceso del OIEA a las plantas de Natanz, Fordo e Isfahán —atacadas en junio por Israel y Estados Unidos—, y establecer un mecanismo que asegure la protección del material enriquecido.
Tras el conflicto de 12 días con Israel en junio, Irán había cortado lazos con el organismo de control nuclear de la ONU. No obstante, a inicios de septiembre, aceptó establecer un nuevo marco de colaboración con el OIEA.
Pezeshkian también aseguró que su país continuará respetando el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). “Ya estamos viendo los efectos de la reactivación de sanciones: el tipo de cambio está subiendo y eso empuja los precios hacia arriba”, declaró a la agencia AFP.
Este sábado, el valor del dólar en el mercado negro iraní alcanzó un récord de aproximadamente 1.12 millones de riales, según diversos portales de seguimiento de divisas. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, criticó el rechazo de la propuesta ruso-china para aplazar las sanciones, y acusó a Occidente de recurrir al “chantaje” para forzar concesiones unilaterales de Teherán, lo que, en su opinión, sabotea la posibilidad de una salida negociada.
Cabe recordar que en 2015, Irán y seis potencias —Francia, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Rusia y China— firmaron un acuerdo que preveía la supervisión de las actividades nucleares iraníes a cambio de una retirada progresiva de sanciones.
Sin embargo, en 2018, bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos se retiró del acuerdo de manera unilateral y reactivó sus propias sanciones. Las potencias occidentales vuelven a sospechar que Irán pretende desarrollar armamento nuclear, algo que el gobierno iraní niega categóricamente, argumentando que su programa tiene fines exclusivamente pacíficos.
Según analistas europeos, Irán posee actualmente alrededor de 450 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, cantidad suficiente que, si se eleva al 90%, podría permitir la fabricación de entre 8 y 10 armas nucleares.
“Irán jamás ha buscado ni buscará construir una bomba nuclear. No tenemos interés en poseer armamento atómico”, declaró esta semana el presidente iraní ante la Asamblea General de la ONU.