
Especialistas señalan que casi todos soñamos, pero no siempre lo recordamos. Una psicóloga detalla el síndrome que realmente impide soñar
Recordar los sueños no siempre es sencillo. Muchas personas despiertan con imágenes o emociones frescas, mientras que otras afirman que no soñaron nada. De acuerdo con la doctora Michelle Drerup, experta en psicología y medicina conductual del sueño en la Clínica Cleveland, lo habitual es que todos soñemos cada noche, aunque no siempre tengamos presente el contenido onírico. “Que no tengas contenido onírico no significa que no estés soñando. Normalmente, no recordamos nuestros sueños a menos que nos despertemos”, señaló en una publicación de Cleveland Clinic difundida el 15 de junio de 2022.
La especialista aclara que no recordar los sueños no necesariamente se relaciona con un mal descanso. “La gente dice: ‘No sueño nada porque no duermo bien’, y no es necesariamente así”, comentó. Los sueños aparecen principalmente durante la fase REM, que ocurre varias veces durante la noche. Si el despertar sucede en medio o inmediatamente después de esa fase, la probabilidad de recordarlos aumenta. En caso contrario, se desvanecen en segundos.
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Aunque lo común es olvidar los sueños, existe una condición poco frecuente que realmente impide soñar. Se trata del síndrome de Charcot-Wilbrand, un trastorno neurológico derivado de lesiones cerebrales focales ocasionadas por eventos como derrames o infartos. Este síndrome se relaciona con la pérdida de la capacidad para generar imágenes mentales y suele acompañarse de agnosia visual, dificultad para reconocer objetos o rostros.
A pesar de no experimentar sueños, quienes padecen este síndrome logran atravesar todas las fases del sueño, incluida la REM, sin que la calidad del descanso se vea comprometida.
Para quienes deseen mejorar la retención de sueños, la doctora Drerup recomienda escribir los detalles justo al despertar. “Piensas: ‘Sé que tuve un sueño muy raro, pero no lo recuerdo’. Así que, si quieres tener más consciencia, anota los detalles en cuanto te despiertes”, sugirió. Usar una libreta o aplicación para registrar las imágenes o emociones permite detectar patrones y temas recurrentes.
En cuanto a su interpretación, Drerup recuerda que teorías clásicas como las de Sigmund Freud o Carl Jung todavía ofrecen perspectivas interesantes. Freud asociaba los sueños con deseos reprimidos, mientras que Jung hablaba de un inconsciente colectivo. Sin embargo, la psicóloga enfatiza que el valor más relevante está en el significado que cada individuo atribuye a sus propias experiencias oníricas. “Eso es clave. Es más relevante que los libros de interpretación que enumeran ciertos análisis específicos”, subrayó.
El fenómeno de no soñar, entonces, rara vez significa que el cerebro no genere sueños; en la mayoría de los casos, se trata simplemente de no recordarlos.