
La cantante recordó cómo la disputa por la custodia de Rocco con Guy Ritchie la llevó a una de las etapas más dolorosas de su vida.
Madonna abrió su corazón en el pódcast On Purpose de Jay Shetty, donde relató con crudeza uno de los momentos más oscuros de su vida: la batalla legal por la custodia de su hijo Rocco Ritchie.
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La llamada “Reina del Pop”, de 67 años, reveló que el conflicto con su exesposo, el cineasta británico Guy Ritchie, en 2016, la sumió en un estado de angustia tan profundo que llegó a contemplar el suicidio.
El origen de la disputa se remonta a 2015, cuando Rocco, entonces de 15 años, decidió permanecer en Londres con su padre en plena gira Rebel Heart. A pesar de que Madonna tenía la custodia principal tras su divorcio en 2008, el episodio derivó en una confrontación legal que la artista describió como devastadora.
“Hubo momentos en que pensé en cortarme los brazos… incluso llegué a considerar el suicidio”, confesó. Recordó que mientras cumplía con sus conciertos debía fingir fortaleza frente al público, pero en privado se desplomaba entre lágrimas en el camerino, convencida de que estaba viviendo el peor momento de su vida.
Guy Ritchie, conocido por dirigir películas como Snatch (2000) y Sherlock Holmes (2009), fue su esposo entre 2000 y 2008, año en que se separaron. Aunque el proceso judicial terminó en septiembre de 2016 con un acuerdo que permitió a Rocco establecerse en Londres, la experiencia dejó una huella imborrable en la artista.
Hoy, Madonna asegura que logró transformar ese dolor en un aprendizaje espiritual y que mantiene un vínculo cercano con Rocco, quien a sus 25 años sigue siendo una de sus mayores fuentes de orgullo dentro de su familia de seis hijos.
Con información de Excelsior