
El gobierno de Donald Trump analiza un posible operativo militar en Venezuela tras declarar la guerra a los cárteles, lo que genera alarma entre analistas.
Washington analiza la posibilidad de emprender una acción militar contra Venezuela, en medio de una ofensiva declarada por el expresidente Donald Trump contra los cárteles del narcotráfico. Analistas advierten que las recientes operaciones en el Caribe podrían ser el preludio de una escalada directa contra el régimen de Nicolás Maduro.
De acuerdo con reportes de medios estadounidenses, la Casa Blanca sostiene que cuenta con los argumentos legales necesarios para justificar ataques en la región. Sin embargo, expertos en derecho constitucional recuerdan que la Carta Magna otorga exclusivamente al Congreso la facultad de declarar la guerra, por lo que las acciones de Trump generan debate político y jurídico en Washington.
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Una carta enviada por el entonces mandatario al Congreso declaró la existencia de un “conflicto armado” con los cárteles. A partir de ello, surgieron versiones sobre un memorándum del Departamento de Justicia que autorizaría incluso la participación de la CIA en operaciones contra objetivos vinculados al gobierno de Maduro. De confirmarse, esto marcaría un regreso a estrategias propias de la Guerra Fría en América Latina.
Durante una audiencia en el Senado, la fiscal general Pam Bondi evitó confirmar la existencia de ese documento, aunque señaló con firmeza: “Lo que les puedo decir es que Maduro es un narcoterrorista (…) y que está actualmente acusado en nuestro país”.
Evan Ellis, especialista en América Latina y profesor del Colegio de Guerra del Ejército estadounidense, estima que “la probabilidad de un ataque es del 50%”. Añadió que, si la situación no cambia hacia finales del año, Washington podría usar información de inteligencia “para llevar a Maduro ante la justicia”.
Según autoridades venezolanas, aviones F-35 procedentes de Puerto Rico realizaron sobrevuelos sobre sus costas, lo que llevó a Caracas a movilizar tropas y milicias leales al gobierno. Estas maniobras, sumadas a la presencia de destructores estadounidenses en el Caribe, alimentan la percepción de que podría producirse un aumento de la tensión militar.
“Mi impresión es que al presidente Trump se le acabó la paciencia”, afirmó Ellis, quien considera que el mandatario podría estar dispuesto a forzar un cambio político en Caracas. Aunque Maduro envió una carta a la Casa Blanca proponiendo un diálogo directo, el mensaje fue rechazado.
Por su parte, Frank Mora, exsubsecretario adjunto de Defensa para América Latina durante la administración de Barack Obama, considera que un ataque contra objetivos vinculados al narcotráfico en territorio venezolano “es una posibilidad”. A su juicio, “desplegar una flotilla naval para después no hacer nada o simplemente neutralizar unas lanchas, no creo que es lo que tenían pensado”.
Mora advierte que dentro del propio gobierno estadounidense existe confusión respecto al propósito final. “El problema es que yo no creo que ellos sepan cuál es el objetivo. Por una parte, el presidente dice que es desmantelar ese tráfico. Y por otra parte, la esperanza es que de alguna manera esto lleve al colapso del régimen”, explicó.
El margen de maniobra para Trump podría reducirse si la creciente oposición en el Congreso se traduce en acciones legales. Paradójicamente, mientras el discurso oficial endurece su tono contra Maduro, Estados Unidos autorizó recientemente a la petrolera Chevron a reanudar operaciones en Venezuela, según confirmó el propio mandatario sudamericano el 24 de julio.
Como en otras decisiones militares de su gobierno, la última palabra la tiene Trump, quien suele dejar que su equipo diplomático y de defensa debata abiertamente antes de actuar. “Es posible que Trump pacte al final algo que le deje satisfecho y pase a otra cosa”, concluyó Ellis.