
Durante su visita a Londres, el príncipe Harry enfrentó dos incidentes con una mujer que logró acercarse a él, reavivando el debate sobre su falta de seguridad oficial.
El príncipe Harry volvió a ser víctima de acoso durante su más reciente estancia en el Reino Unido, un suceso que ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del hijo del rey Carlos III, quien desde su salida de la familia real carece de protección financiada por el Estado.
De acuerdo con The Telegraph, una mujer con antecedentes de comportamientos obsesivos logró aproximarse en dos ocasiones al duque de Sussex durante su visita a Londres en septiembre. El primero de los encuentros ocurrió el 9 de septiembre, cuando Harry asistió a los Premios WellChild en el Hotel Royal Lancaster. La mujer consiguió ingresar a un área restringida para invitados y personal acreditado, lo que desató preocupación entre su equipo de seguridad privada.
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Aunque fue interceptada y retirada del lugar antes de que pudiera acercarse directamente al príncipe, el hecho dejó en evidencia las limitaciones del equipo que lo resguarda, integrado únicamente por dos escoltas sin experiencia en protección de alto perfil.
Un día después, el mismo medio británico informó que la mujer fue vista nuevamente rondando el Centre for Blast Injury Studies, en el oeste de Londres, mientras el duque participaba en una actividad pública. Fotografías divulgadas posteriormente confirman que la acosadora había logrado seguir al príncipe sin ser detenida por las autoridades.
Según fuentes de seguridad citadas por People, la mujer ya había mostrado comportamientos similares en el pasado. De hecho, se reveló que el año anterior viajó a Nigeria durante la visita oficial de Harry y Meghan Markle, lo que incrementa la preocupación sobre los riesgos que representa.
Este episodio cobra mayor relevancia tras la decisión judicial que en mayo pasado negó al príncipe la posibilidad de recuperar la seguridad oficial costeada por el gobierno británico. Desde 2020, cuando renunció a sus funciones dentro de la familia real, Harry debe cubrir personalmente los gastos de su protección, incluso al visitar su país natal.
El tribunal consideró que su estatus actual “no justifica el uso de recursos públicos”, aunque para muchos especialistas esta decisión podría ponerlo en riesgo. Una fuente consultada por People advirtió: “Es hijo del rey, hermano del heredero, quinto en la línea de sucesión y una de las personas más reconocidas del planeta. Confiar en la suerte no es una solución a largo plazo”.
Entre quienes respaldan una mayor protección para el duque destaca Neil Basu, exjefe de antiterrorismo de la Policía Metropolitana, quien ha señalado en distintas ocasiones que Harry enfrenta un alto nivel de amenaza debido a su servicio militar, su exposición mediática y su matrimonio con Meghan Markle, blanco constante de ataques racistas y amenazas en línea.
Aunque los representantes del príncipe prefirieron no emitir comentarios sobre temas de seguridad, allegados aseguraron que Harry se mostró “profundamente preocupado” tras los incidentes. Su regreso al Reino Unido, previsto para fortalecer lazos familiares y participar en actos benéficos, terminó convirtiéndose en un recordatorio de los desafíos que enfrenta cada vez que pisa suelo británico.
Desde su residencia en California, donde vive con su esposa y sus dos hijos, el príncipe ha tratado de mantener un perfil público centrado en labores filantrópicas. Sin embargo, este nuevo episodio reabre la discusión sobre su seguridad personal y el dilema entre su independencia de la monarquía y el riesgo que implica su popularidad mundial.