
Pepe Soho falleció el 10 de octubre de 2025; su obra, forjada en la adversidad, consolida su legado en la fotografía contemporánea.
El mundo del arte despide a Pepe Soho, uno de los fotógrafos mexicanos más influyentes de los últimos años, cuya obra convirtió la adversidad en una profunda expresión estética. Reconocido por su sensibilidad espiritual y su capacidad para capturar la fuerza de la naturaleza, Soho deja un legado que trasciende fronteras y generaciones.
El fallecimiento del artista fue confirmado el 10 de octubre de 2025 por medios nacionales y por su propio sitio oficial, noticia que provocó tristeza entre sus seguidores, galeristas y colegas. Su partida representa una gran pérdida para la fotografía contemporánea, aunque su obra continúa inspirando a quienes ven en ella una forma de sanación y conexión con lo esencial.
Nacido en Ciudad de México en 1971 bajo el nombre de José Askenazi Cohen, Pepe Soho tuvo una vida marcada por la reinvención. Antes de dedicarse por completo al arte visual, fue baterista, diseñador de moda y empresario. Su marca “SOHO” llegó a posicionarse dentro de la escena urbana mexicana, pero una experiencia transformadora en India cambiaría su destino para siempre.
Te recomendamos: Foto ganadora del World Press Photo 2025 está avergonzando al mundo
Durante una estancia en ese país, un accidente al montar a caballo lo dejó con graves fracturas en ambas rodillas. A raíz de esa experiencia y el proceso de recuperación que le siguió, Soho encontró en la fotografía una nueva forma de vivir. “La fotografía me devolvió la confianza y me devolvió la vida”, declaró años después.
Su acercamiento al arte comenzó en el Bosque de Chapultepec, donde empezó a experimentar con una cámara sencilla. Posteriormente se formó en el International Center of Photography (ICP) de Nueva York, donde perfeccionó su técnica y consolidó su visión espiritual. “Me empecé a enamorar de la naturaleza y de la fotografía; no sólo me ayudaba a sanar, sino que pasar tiempo al aire libre me hacía sentir en paz”, relató en una entrevista.
Para Soho, la fotografía era una forma de comunión con lo divino. En su sitio oficial describía sus obras como “cartas de amor a la naturaleza”. Sus imágenes capturadas en México, Islandia, África o la Antártida evocan serenidad, asombro y conexión interior.
En 2017, su talento fue reconocido internacionalmente al obtener la medalla de oro en la categoría de Naturaleza en la World Photographic Cup celebrada en Yokohama, Japón, con su pieza Believe. El triunfo lo convirtió en uno de los fotógrafos más destacados de México y lo llevó a exponer su obra en países como Alemania, Estados Unidos, Canadá, España e Inglaterra. Ese mismo año, Forbes México lo incluyó en la lista de los “Mexicanos más creativos del año”.
Su inquietud artística lo llevó también a crear espacios dedicados a la contemplación. En 2015 fundó Lightroom, una galería ubicada en Polanco, y en 2021 inauguró el Mystika Museum en Tulum, un recinto inmersivo que combinaba fotografía, proyecciones y sonido para celebrar la espiritualidad de la naturaleza. En 2024 expandió este concepto con una nueva sede en la Torre Cuarzo, en Paseo de la Reforma.
Pepe Soho entendía el arte como un espejo del alma. “El arte no es sólo una expresión, es un espejo donde el alma se reconoce”, afirmó alguna vez. Hoy, su visión perdura en cada imagen que dejó, testimonio luminoso de un hombre que hizo del dolor un puente hacia la belleza.