
Tras las intensas lluvias en Poza Rica, la emergencia se agrava por saqueos, extorsiones y asaltos a viviendas, mientras ciudadanos intentan sobrevivir sin apoyo oficial
La emergencia provocada por las lluvias en Poza Rica, Veracruz, ha derivado en un escenario de descontrol e inseguridad. Mientras cientos de familias lidian con la devastación de sus hogares, grupos delictivos aprovechan el caos para saquear viviendas y extorsionar a los damnificados.
Lo que comenzó como una contingencia natural se ha transformado en una doble tragedia: la de perderlo todo y, además, enfrentarse a la delincuencia.
En redes sociales, usuarios han denunciado que personas sin escrúpulos incitan a la población a unirse para saquear tiendas y almacenes. Otros afectados, desesperados por localizar a familiares desaparecidos, han publicado sus números telefónicos, lo que los ha vuelto blanco de extorsiones.
“Empezaron a llegar con fuertes golpes en la puerta. Si no hay nadie, derriban y se meten. Si hay personas, esperan a que abran y, a punta de pistola, los amenazan”, relató un líder de comerciantes locales, quien solicitó el anonimato tras recibir amenazas.
Los fraccionamientos Los Laureles y Floresta se encuentran entre las zonas más afectadas por la ola de robos. Habitantes reportan que los saqueadores irrumpen en casas dañadas por la lluvia o simulan ser damnificados para ingresar y llevarse pertenencias.
Vecinos comenzaron a exhibir en grupos de WhatsApp las fotografías de quienes organizan “brigadas” de cinco personas para atacar negocios y aprovechar la crisis.
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Mientras algunos intentaban salvar lo poco que quedaba de sus hogares inundados, otros asaltaban tiendas o centros de abasto. Los testimonios señalan que varios de los implicados residen en zonas altas del municipio, donde la lluvia no causó daños.
La violencia no se limita a los robos. Martha, una de las afectadas, denunció haber recibido llamadas de un número “desconocido”. En ellas, un hombre exigía dinero a cambio de liberar a su hija, además de solicitar sus datos personales. Casos similares se han repetido en distintos puntos de la ciudad, lo que refleja un incremento en las extorsiones telefónicas durante la emergencia.
Paralelamente, en el municipio de Ilamatlán, los esfuerzos de rescate avanzan lentamente. Aunque las autoridades argumentaron que las condiciones climáticas impedían realizar un puente aéreo, familiares de los damnificados que viven en Estados Unidos financiaron operaciones privadas para evacuar a las comunidades más aisladas.
La gobernadora Rocío Nahle, junto con Laura Velázquez, titular de Protección Civil nacional, reconoció que la complejidad del clima ha demorado la intervención aérea, pero aseguró que “hasta este domingo harán el puente aéreo masivo, con doctores y víveres”.
Entre la incertidumbre, la falta de seguridad y la lenta respuesta oficial, los habitantes de Poza Rica enfrentan no solo la pérdida material, sino también el miedo constante de ser víctimas de la delincuencia en medio del desastre natural.