
Tras más de quince horas de discusión y choques entre bancadas, la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley de Amparo y cambios a normas fiscales.
Durante una sesión que se extendió más de quince horas y marcada por choques entre bancadas, la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la reforma a la Ley de Amparo, además de modificaciones al Código Fiscal de la Federación y a la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
La iniciativa, originalmente promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y enviada por el Senado, pretende fortalecer el juicio de amparo como un medio más eficaz para la defensa de los derechos humanos y garantizar la aplicación efectiva de las leyes aprobadas por el Congreso.
Previo a su votación, las comisiones unidas de Justicia y Hacienda realizaron ajustes al régimen transitorio para asegurar que los procesos judiciales en curso continúen bajo las reglas con las que iniciaron, con el fin de ofrecer certeza jurídica a los litigios abiertos. Esta medida fue interpretada como una forma de apoyar la retroactividad en los juicios ya iniciados.
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El texto final introduce una nueva definición del concepto de “interés legítimo”, exigiendo que el acto o norma impugnados generen una afectación real, actual y diferenciada, y que la resolución derive en un beneficio directo para el promovente. También se incorpora el uso del amparo en línea, lo que permitirá que los expedientes, notificaciones y escritos se presenten tanto de manera digital como impresa.
“Un amparo más rápido, eficaz y moderno”
El presidente de la Comisión de Justicia, Julio César Moreno Rivera, afirmó ante el Pleno que el objetivo es “que el juicio de amparo sea un procedimiento pronto, expedito y eficaz, como lo mandata la Constitución”. Añadió que la iniciativa busca modernizar los procesos mediante el uso de herramientas tecnológicas.
Según el legislador de Morena, el dictamen fue resultado de un trabajo plural y deliberativo. “El dictamen es resultado de un proceso plural, abierto y deliberativo, impulsado inicialmente por las juntas directivas de las comisiones unidas de Justicia y de Hacienda y Crédito Público, quienes realizaron ajustes significativos al régimen transitorio para dar certeza jurídica y retomar la iniciativa original de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo”, señaló.
Moreno explicó que se llevaron a cabo tres jornadas de audiencias públicas con especialistas, juristas, organizaciones civiles y representantes del Poder Judicial. Destacó que el espíritu de la reforma es “recuperar el sentido original del amparo como escudo ciudadano frente al abuso de autoridad”, evitando que se utilice “para encubrir actividades ilícitas o frenar actos de interés público”.
El dictamen fue aprobado con 345 votos a favor, 131 en contra y tres abstenciones. Morena y sus aliados defendieron la propuesta como una modernización necesaria, mientras que la oposición alertó que limita el acceso a la justicia y debilita los contrapesos institucionales.
Durante la discusión en lo particular se presentaron 312 reservas, aunque sólo tres fueron aceptadas. Hugo Eric Flores Cervantes propuso modificar el artículo tercero transitorio, estableciendo que las etapas procesales ya concluidas se rijan por la ley previa, y las restantes se ajusten a la nueva norma. Ricardo Monreal Ávila modificó el artículo 129 para definir como perjuicio al interés social continuar con actividades que requieran permisos o concesiones revocadas. Mariana Benítez Tiburcio, por su parte, ajustó el artículo 128 para impedir que la suspensión de actos reclamados afecte significativamente a la colectividad.
Las mociones suspensivas promovidas por la oposición fueron desechadas, manteniéndose firme la ruta de aprobación.
Posturas enfrentadas y madrugada tensa
Rubén Moreira, coordinador del PRI, calificó la reforma como “una afrenta al Estado de derecho”. En tanto, el panista Elías Lixa Abimerhi aseguró que “hoy le dan la espalda a los colectivos feministas, a las comunidades indígenas y a los defensores del medio ambiente; es un retroceso que limita la protección judicial de los derechos humanos”.
Morena y sus aliados respondieron que la reforma no debilita el amparo, sino que “lo ordena, agiliza y devuelve su esencia como herramienta ciudadana”.
La sesión concluyó entrada la madrugada entre gritos, aplausos y pancartas, sellando una de las discusiones más largas y controvertidas del actual periodo legislativo. Con su aprobación, el dictamen fue turnado al Senado, donde continuará su proceso legislativo.