
La comunidad de Jicolapa, Zacatlán, pide a la Arquidiócesis investigar a Francisco Javier López Flores por presuntas irregularidades y comportamiento inapropiado.
La parroquia Nuestra Señora de la Luz en Jicolapa, Zacatlán, se encuentra envuelta en controversia tras denuncias contra su sacerdote, Francisco Javier López Flores. Feligreses lo acusan de mantener conductas contrarias a los principios del sacerdocio y de presunto uso indebido de los recursos económicos de la iglesia.
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Acusaciones de comportamiento inapropiado
En redes sociales, habitantes compartieron fotografías y testimonios que señalan al sacerdote por supuestas relaciones sentimentales con varias mujeres. Por estos rumores, algunos lo han apodado “El Mil Amores”. Sin embargo, también se cuestiona la autenticidad de las imágenes, ya que algunos consideran que podrían ser montajes.
Presunto uso indebido de recursos
Los fieles denuncian que López Flores habría aprovechado la devoción hacia la imagen de Nuestra Señora de la Luz para recaudar fondos que, según los denunciantes, no se destinaron a proyectos parroquiales concretos.
“No queremos atacar la fe, solo exigimos transparencia y congruencia a quienes representan a la Iglesia. No debe lucrarse con la devoción de la gente”, señalaron los feligreses.
Solicitud de intervención eclesiástica
La situación ha afectado la confianza de la comunidad en su parroquia, considerada una de las más importantes de la Sierra Norte de Puebla por su historia y devoción al Señor de Jicolapa. Por ello, habitantes piden a la Arquidiócesis de Puebla revisar el comportamiento del sacerdote y el destino de los fondos recaudados.
Hasta el momento, la autoridad eclesiástica no ha emitido un comunicado oficial ni se ha confirmado la continuidad del párroco en su cargo. Sin embargo, la comunidad espera una respuesta formal en los próximos días.
Reacción de los pobladores
Los feligreses insisten en que sus denuncias buscan garantizar transparencia y respeto a los valores morales del sacerdocio, no generar divisiones.
“La fe sigue viva, pero queremos que la Iglesia actúe con verdad y justicia”, expresó una creyente afectada.
Mientras tanto, el caso sigue generando debate en medios locales y redes sociales, donde la comunidad exige esclarecer las acusaciones para proteger la credibilidad de la institución y asegurar la confianza de los feligreses.
Con información de Excelsior