
Un trabajador de la perrera de Cortázar, Guanajuato, fue grabado mientras arrastraba y arrojaba violentamente a un perro callejero dentro de una camioneta oficial, desatando indignación nacional.
Un nuevo caso de maltrato animal ha generado repudio en todo el país, luego de que un video difundido en redes sociales mostrara a un empleado del Centro de Control Animal de Cortázar, Guanajuato, tratando con brutalidad a un perro callejero.
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En las imágenes se observa cómo el trabajador arrastra al animal con un lazo metálico y, sin mostrar consideración alguna, lo lanza con fuerza a la parte trasera de una camioneta del municipio. El hecho ocurrió en pleno jardín principal de Cortázar, ante la mirada de varios testigos que grabaron la escena.
De acuerdo con quienes presenciaron el incidente, dos perros fueron capturados con violencia, pese a que no mostraban comportamientos agresivos. La acción del personal municipal ha sido calificada como cruel, inhumana y contraria a los protocolos de bienestar animal.
Indignación y exigencia de castigo
El material se viralizó rápidamente, provocando una ola de críticas hacia las autoridades locales. Organizaciones protectoras de animales y ciudadanos exigieron la destitución y sanción penal del responsable, así como una investigación formal sobre los métodos del área de control animal.
Activistas recordaron que el maltrato animal constituye un delito en el estado de Guanajuato. Según el Código Penal estatal, quienes causen sufrimiento o lesiones a un animal pueden recibir penas de seis meses a dos años de prisión, además de multas que superan los 27 mil pesos.
En casos donde se demuestre crueldad extrema o dolor intencionado, las penas pueden alcanzar hasta tres años de cárcel.
El caso de Cortázar ha reabierto el debate sobre la urgente necesidad de profesionalizar y supervisar las labores de control animal en los municipios, donde aún persisten prácticas de captura y sacrificio alejadas de los estándares humanitarios.
Con información de Excelsior







