
En 2011, Alejandro “N” simuló su plagio para conseguir dinero y pagar pérdidas por apuestas.
El historial de Alejandro “N”, señalado por el feminicidio ocurrido en la colonia Cumbres Mediterráneo de Monterrey, revela un pasado marcado por mentiras y engaños. Más de una década antes del crimen, el hombre ya había sido detenido por fingir su propio secuestro para cubrir deudas derivadas del juego.
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De acuerdo con registros de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y reportes periodísticos de 2011, el entonces asesor financiero de 26 años ideó un falso plagio para solicitar a sus hermanos medio millón de pesos, aunque su deuda real apenas ascendía a 150 mil.
Planeó el falso secuestro desde la cochera de una amiga
El 25 de abril de 2011, Alejandro se escondió en la cochera del domicilio de una conocida en Monterrey y, al día siguiente, envió mensajes haciéndose pasar por un supuesto secuestrador. En los textos exigía el pago inmediato del rescate y advertía sobre represalias si no se cumplían sus condiciones.
Para hacer más creíble la historia, se golpeó a sí mismo. Sin embargo, el engaño se desmoronó cuando uno de sus hermanos le avisó que su madre estaba gravemente enferma. Al salir del escondite, la madre de su amiga lo vio y avisó a la familia, creyendo que había sido liberado.
Cuando la AEI lo localizó e interrogó, las inconsistencias en su relato llevaron a su confesión. Terminó detenido y fue puesto a disposición del Ministerio Público por haber fingido el secuestro.
Un patrón de manipulación que antecede al crimen
Alejandro admitió haber ideado todo porque necesitaba dinero con urgencia para pagar pérdidas en apuestas. Este episodio, ocurrido hace más de diez años, muestra un comportamiento manipulador y desesperado que hoy cobra relevancia tras el feminicidio que conmocionó a Monterrey.
El feminicidio y su trágico desenlace
Semanas atrás, el hombre fue identificado como responsable del asesinato de su socia, con quien mantenía un negocio en común. Tras el crimen, fue hallado sin vida en un hotel del centro de la ciudad, en lo que las autoridades investigan como un posible suicidio.
El caso ha causado indignación entre los habitantes del Área Metropolitana de Monterrey, quienes exigen medidas más severas y efectivas para frenar la violencia contra las mujeres.
Con información de Excelsior







